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Cada año se diagnostican en todo el mundo 1.3 millones de casos de cáncer de mama y cerca de 500.000 mujeres fallecen a causa de este tumor


Madrid (8-6-11).- La quimioprevención reduce en un 65 por ciento la aparición de cáncer de mama, según ha quedado demostrado con los datos del estudio MAP.3, del Grupo de Ensayos Clínicos del Instituto Nacional de Cáncer de Canadá (NCIC), presentado en el marco de la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) que se celebra en Chicago.

Se trata de una investigación pionera en la que ha participado el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), que ha reclutado 432 españolas sanas para probar este inhibidor de la aromatasa (exemestano) como tratamiento preventivo de esta enfermedad. Es el del primer gran estudio de quimioprevención que ha contribuido de forma importante a una investigación que puede ayudar a disminuir significativamente la incidencia de este tumor.
Los inhibidores de la aromatasa, como exemestano, previenen la síntesis de estrógenos y actúan de forma diferente del tamoxifeno.

El estudio MAP.3, que se publica en The New England Journal of Medicine (NEJM), ha mostrado que en mujeres postmenopáusicas con un riesgo elevado de desarrollar cáncer de mama, el tratamiento con exemestano consigue reducir un 65 por ciento las probabilidades de sufrir la enfermedad. Para el investigador principal del estudio, el doctor Paul Goss, el impacto de estos resultados en la salud pública es muy importante.

Las conclusiones de este ensayo indican que exemestano es una prometedora nueva vía para prevenir esta enfermedad en mujeres postmenopáusicas, que tienen un mayor riesgo de cáncer de mama. El estudio no sólo muestra una importante reducción de estos tumores, sino también que se trata de una terapia con un buen perfil de seguridad. Según afrma Goss, todavía hay que ser cautos, ya que son resultados a tres años.

Aunque se está mucho en el manejo de este tumor, es necesario seguir avanzando en la prevención. Es fundamental una mayor concienciación social sobre la utilidad y lo que supone participar en un estudio de estas características. En la población debe calar el mensaje de que la prevención es clave.

En el estudio han participado un total de 4.560 mujeres, contando con las reclutadas en Estados Unidos, Canadá y Francia, los tres países en los que junto con España se ha llevado a cabo el estudio.

Para participar en el estudio, se ha considerado a aquellas mujeres, que según el Test de Gail, alcanzaban una puntuación mayor de 1.7, que significa una probabilidad de 1.7 de desarrollar un cáncer de mama en los siguientes cinco años. La edad de la mujer, la edad de la primera regla, la edad a la que tuvo el primer hijo, el número de biopsias de mama a las que se ha sometido y tener antecedentes familiares de primer grado (madre, hermana o hija) con cáncer de mama son los factores a partir de los cuales se calcula el índice de Gail.

Eran también candidatas aquellas a las que se le ha detectado un carcinoma intraductal de mama (en etapa inicial), no invasivo y sometidas a mastectomía unilateral, ya que se sabe que tienen un riesgo de un 6-7 por ciento de desarrollar el cáncer en la otra mama en los siguientes cinco años.


Viernes 03 de Junio 2011

Las mujeres con una madre o hermanas que han llegado a la menopausia a los 45 años son casi seis veces más propensas a repetir la experiencia.  

El cálculo de la edad a la que una mujer llega a la menopausia debe tener en cuenta la experiencia de su madre o hermanas, según un estudio llevado a cabo en el Institute of Cancer Research (Reino Unido). Las mujeres con una madre o hermanas que han llegado a la menopausia a los 45 años son casi seis veces más propensas a repetir la experiencia. Asimismo, aquellas que entran en la menopausia a partir de los 54 años son seis veces más propensas a repetir la historia maternal y tienen el doble de probabilidad de llegar a la menopausia a la misma edad que sus hermanas. Pero esa edad no es completamente hereditaria. Mucho depende de los factores ambientales.

"Los genes tienen un efecto importante en la edad de llegada a la menopausia, pero el estilo de vida también importa, ya que las conductas pueden modificar esa edad", explicó la autora del estudio, Danielle Morris. Las fumadoras, por ejemplo, tienden a llegar a la menopausia uno o dos años antes que las ex fumadoras o las no fumadoras. En las mujeres que no tuvieron hijos, también se adelanta esa etapa.

La edad de llegada a la menopausia es clave para la fertilidad, según escribe el equipo de Morris en la revista Menopause, ya que la capacidad de concebir termina 10 años antes.

Según el Instituto Nacional del Envejecimiento, 51 años es la media de edad en la que una mujer llega a la menopausia o tiene su último período. Pero algunas lo tienen entre los 40 y los 50 años y otras pasados los 50.

Los autores comprobaron que tanto la llegada temprana o tardía de la menopausia se halla tan vinculada a los genes. Las mujeres con hermanas y madres que habían llegado a la menopausia a la edad promedio, eran entre dos y siete veces más propensas a repetir la historia.



El estudio, coliderado por el Instituto Catalán de Oncología (ICO)- IDIBELL, se basa en el seguimiento de cerca de 4.000 mujeres de todo el mundo


Barcelona (3-6-11).- La vacuna contra las variantes 6, 11, 16 y 18 del virus del papiloma humano (VPH) también es segura y eficaz en mujeres entre 24 y 45 años. Así lo concluye un estudio internacional realizado en cerca de 4.000 mujeres que se publica en 'British Journal of Cancer'. Hasta ahora existían muchos estudios que confirmaban la eficacia de la vacuna en chicas de 14 a 26 años. Éste es el primer estudio que la demuestra en mujeres mayores de 26 años.

En el estudio, encabezado por Xavier Castellsagué, investigador de la Unidad de Infecciones y Cáncer del ICO-IDIBELL, han participado 3819 mujeres sanas con edades comprendidas entre los 24 y 45 años. La mitad recibieron la vacuna y la otra mitad un placebo. A partir de aquí, se les realizó un seguimiento en el que se monitorizó la cantidad de anticuerpos desarrollados, las infecciones por VPH, las lesiones preneoplásicas y las verrugas genitales durante los 4 años posteriores. Los datos del estudio confirman no sólo la seguridad de la vacuna, sino también su elevada eficacia en la prevención de estas infecciones y lesiones vinculadas al VPH.

El virus del papiloma humano es el responsable de todos los tumores de cuello de útero y de las verrugas genitales. Este tumor es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres, por detrás del de mama. Cada año se diagnostican 500.000 casos en todo el mundo, la mitad de los cuales fallecen por dicha causa. En España, se producen alrededor de 2.100 casos de cáncer y unas 700 muertes al año.

En los últimos años se han producido importantes avances en el desarrollo de vacunas preventivas. El Instituto Catalán de Oncología ha sido el único centro español que ha participado en los ensayos clínicos de las dos vacunas existentes hasta el momento: una tetravalente, contra las variantes 6/11/ 16 y 18 del virus, y una bivalente, contra las variantes 16 y 18. Alrededor del 70 por ciento de todos los tumores de cérvix son causados por estos dos subtipos de VPH.

Actualmente, ya se están desarrollando nuevas generaciones de vacunas que protegen contra un abanico más amplio de virus.



Martes 01 de Marzo 2011

Doctora Aliza Lifshitz 

Tu cuerpo cambia constantemente cuando estás embarazada y puede que experimentes ciertas molestias como el dolor de espalda. Si bien es algo común durante el embarazo, no debe descuidarse. En este artículo te cuento cuáles son las causas del dolor de espalda y qué medidas puedes tomar para aliviarlo y para que puedas disfrutar de tu embarazo a pleno con una espalda relajada.

¿Te imaginas al útero expandiéndose 1,000 veces más de su tamaño normal? Si crees que es algo imposible, estás equivocada. Es lo que le pasa a tu útero cuando estás embarazada: crece mucho para darle espacio a tu bebé. La naturaleza es maravillosa, pero no hay que negar que con sus maravillas trae a veces sus incomodidades. Me refiero en especial al dolor de espalda durante el embarazo.  Al crecer de esa manera, el útero y el peso de tu bebé ponen una sobrecarga sobre la parte que sostiene todo tu cuerpo: la espalda.

Es normal que muchas mujeres tengan molestias o dolor en la espalda mientras esperan un bebé. Por eso, si lo tienes, no estás sola. Se estima que entre el 50% y el 70% de las mujeres embarazadas padecen de dolor en la espalda durante la "dulce espera".  Pero más allá de que sea algo común, seguro te preguntarás a qué se debe. Pues bien, aquí te explico algunas de las causas del dolor de espalda durante el embarazo:

  • Tu bebé crece todos los días y eso hace que tengas peso adicional en tu barriguita, por lo que tu espalda tendrá que soportar cada vez más peso.
  • Tu centro de gravedad se irá moviendo hacia adelante a medida que crece tu panza, lo cual afecta tu postura en general.
  • Durante el embarazo, se liberan ciertas hormonas que permiten que tus articulaciones (coyunturas) y tus ligamentos se ablanden para prepararse para el parto. Esto hace que tu espalda pierda un poco de la 'ayuda' que siempre recibe para cargar el peso del cuerpo.
  • La postura: sentarse mal o estar demasiado tiempo de pie puede causarte dolor en la espalda. El agacharte hacia adelante también puede hacerlo.
  • El estrés siempre encuentra un lugarcito en la espalda para manifestarse.

Ahora que ya sabes las causas, estarás interesada en conocer qué puedes hacer para aliviar el dolor de espalda cuando se presente mientras esperas a tu bebé ¿verdad? Pues acá también te doy unos consejos útiles para que este dolor no opaque la alegría de tu embarazo:

  • Mejora tu postura: mantén tus hombros relajados y hacia abajo, el pecho hacia fuera, la espalda alta y derecha.
  • Duerme de lado con una o ambas piernas flexionadas (dobladas). Es ideal ponerse una almohada entre las piernas.
  • Cuando tengas que levantar o recoger algo del piso, hazlo correctamente. Haz una sentadilla y levanta con tus piernas. No te inclines estando de pie.
  • No uses zapatos incómodos, de tacón o que no tengan buen soporte para el arco del pie.
  • Un masaje prenatal puede ser una bendición, o simplemente que alguien en casa te de un masaje (te "sobe") un poco la espalda. Los parches de frío y calor también te pueden aliviar.
  • Haz ejercicio. La actividad física hace que tu espalda se mantenga fuerte. Puedes hacer ejercicios de estiramiento que te aliviarán muchísimo. El yoga y el Pilates para embarazadas pueden ser ideales. Pregúntale a un entrenador o un instructor especializado.
  • Considera terapias alternativas como la acupuntura y/o una visita al quiropráctico.

Como siempre, consulta con tu médico para que él o ella te den el visto bueno y puedan descartar que tu dolor de espalda no se trate de otra cosa que necesite atención. Si te duele la espalda y ese dolor se acompaña por sangrado vaginal, ardor para orinar, fiebre o cualquier otro síntoma, debes consultar con tu médico inmediatamente

Viernes 04 de Marzo 2011

Las mujeres que experimentan estos síntomas al inicio de la menopausia parecen tener menores probabilidades de infarto de miocardio.  

Las mujeres que experimentan sofocos y sudores nocturnos al inicio de la menopausia podrían tener menos probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, según señalaron investigadores del Brigham and Women's Hospital (Estados Unidos). Sin embargo, las mujeres que experimentan estos síntomas, más adelante a lo largo de la menopausia, podrían tener más riesgo de enfermedades cardíacas, informa el equipo en Menopause.

"Nuestro estudio proporciona pruebas de que los clásicos síntomas de menopausia precoz, experimentados por la mayoría de las mujeres en la madurez, no son un marcador de un mayor riesgo de ataque cardíaco o ictus en el futuro", la Dra. Joann Manson, que trabajó en el estudio.

Estos hallazgos se conocen tras un nuevo análisis del gran ensayo clínico llamado Woman's Health Initiative en 2002, que mostró que la terapia de reemplazo hormonal incrementaba el riesgo de cáncer de mama y de ovarios y de ictus en mujeres mayores, y los médicos la prescriben ahora con moderación.

El equipo de la Dra. Manson descubrió que las mujeres con sofocos o sudores nocturnos en el inicio de la menopausia no tenían más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, un ictus o de morir, durante el período de estudio, que aquellas que no tenían esos síntomas.

Y había alguna sugerencia que indicaba que los sudores nocturnos y sofocos reducían esos riesgos. Por ejemplo, mujeres con esos síntomas en el inicio de la menopausia tenían un 17% menos riesgo de ictus, y un riesgo un 11% menor de sufrir una enfermedad cardíaca o morir por cualquier otra causa, durante el período de estudio.

Las mujeres que desarrollaban sofocos o sudores nocturnos más adelante en la menopausia, sin embargo, tenían un 32% más de probabilidades de tener un ataque al corazón y un riesgo un 29% mayor de morir con respecto a las que tenían esos síntomas antes.

Alrededor de tres de cada cuatro mujeres menopáusicas experimentan sofocos o sudores nocturnos en las primeras fases de la menopausia, explicó el equipo.

Lunes 28 de Febrero 2011

Celebrada la octava edición del Curso de Formación Continuada en Climaterio y Menopausia, organizado por a Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.  

El hábito tabáquico puede adelantar la menopausia entre 4 y 5 años, lo que a su vez repercute negativamente sobre el riesgo de osteoporosis, según han destacado los especialistas reunidos el viernes en la octava edición del Curso de Formación Continuada en Climaterio y Menopausia, organizado por a Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

Asimismo, fumar provoca arteriosclerosis, lo cual, según explica el ginecólogo del Hospital de Cruces y coordinador de la formación, Dr. José Luis Neyro, "conlleva una disminución del flujo sanguíneo, que en la mujer aumenta el riesgo de sequedad vaginal y atrofia genital".

Además, a los efectos negativos del tabaco sobre la salud de la mujer se suma el riesgo de desarrollar cáncer de cuello, que según diferentes estudios epidemiológicos es "2,5 veces superior" en la mujer fumadora que en la no fumadora.

Por otro lado, otro de los temas tratados en el curso es que en España existe un alto porcentaje de mujeres que nunca se ha realizado una citología. De hecho, se estima que el 95% de las mujeres que sufren cáncer de cérvix nunca se ha sometido a esta prueba.

"Este es un dato alarmante y ante el que debe plantearse la necesidad de establecer, como ya se ha hecho en otros países de nuestro entorno geográfico, un cribado poblacional al igual que ya se está haciendo con excelentes resultados en cáncer de mama en nuestro país", advierte el Dr. Neyro, quien asegura que esta prueba es el "patrón de oro" en la detección de este tipo de cáncer.
En los últimos años el cambio en los hábitos sexuales de las españolas ha favorecido su expansión. El Dr. Neyro destaca que, al adelantarse la edad de las primeras relaciones sexuales (de los 22 a los 18 años), el número de compañeros sexuales de media a lo largo de su vida ha aumentado. "Si tenemos en cuenta que, es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en la mujer y que, además, el tratamiento del cáncer de cérvix puede conllevar, no sólo radioterapia y quimioterapia sino también histerectomía o extirpación del útero, parece conveniente actuar para prevenir o detectar a tiempo su aparición", explica el especialista.

Lunes 31 de Enero 2011

Un estudio analizó la influencia de distintos AINEs sobre el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.

El consumo regular de ácido acetilsalicílico en mujeres posmenopáusicas se asocia con una disminución del 20% en el riesgo de desarrollar un cáncer de mama, según los resultados obtenidos en un estudio realizado por un equipo de científicos del Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center, de Baltimore, Estados Unidos, publicado en la revista Breast Cancer Research and Treatment.

El estudio se realizó entre 1992 y 2005 en un total de 26.580 mujeres posmenopáusicas de edades comprendidas entre los 59 y 77 años y analizó la influencia del consumo del ácido acetilsalicílico y también de otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) sobre el riesgo de este cáncer.

Los resultados indican que las mujeres que tomaban este fármaco regularmente, es decir, entre menos de una vez por semana y más de seis veces a la semana, reducían el riesgo de cáncer de mama en un 20%. Además, los datos apuntan a una relación inversamente proporcional entre la frecuencia de uso del fármaco y el riesgo de tumor.

De hecho, en el grupo que tomaba ácido acetilsalicílico más de seis veces por semana el riesgo resultó ser hasta un 29% inferior comparado con las mujeres que nunca consumían este medicamento. En cuanto a la combinación con otros AINEs, los investigadores observaron una reducción del riesgo si se tomaba ácido acetilsalicílico sólo o en combinación con estos fármacos, pero nunca en mujeres que consumían otros AINEs.

En cuanto al tipo de cáncer, el ácido acetilsalicílico reduce el riesgo en un 23% en los tumores receptores de estrógenos positivos, en un 22% en los receptores de estrógenos negativos, en un 21% en los receptores de progesterona positivos, y en un 27% en los receptores de progesterona negativos.

Según los autores esta investigación sugiere que el uso del ácido acetilsalicílico podría ejercer un efecto "quimiopreventivo" frente al cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas, aunque advierten de que "no significa que pueda extrapolarse su consumo diario con este fin".

Jueves 27 de Enero 2011

Este enfoque está recomendado cuando no es viable el tratamiento de elección con oxitocina por vía parenteral, según un artículo de 'BJOG'.  

La administración oral de misoprostol, a cargo de parteras entrenadas en nacimientos domiciliarios, reduce significativamente la tasa de hemorragias posparto. Este enfoque está recomendado cuando no es viable el tratamiento de elección con oxitocina por vía parenteral, según publica un equipo en la revista BJOG.

Esto, según la Dra. Jill Durocher, confirma pruebas ya publicadas de la efectividad del misoprostol "y destaca su aplicabilidad en la comunidad, donde aún no están disponibles los uterotónicos inyectables".

El equipo de la Dra. Durocher, de Gynuity Health Projects, Estados Unidos, estudió a 1.119 mujeres de Pakistán que tuvieron un hijo en villas remotas de las montañas con ayuda de una de 84 parteras. Inmediatamente después del parto y antes de expulsar la placenta, las parteras les administraron a las mujeres misoprostol o placebo por vía oral. Según los autores, el uso de placebo fue considerado ético porque la atención habitual en esa zona no incluye un uterotónico profiláctico durante el parto. El uso del misoprostol redujo significativamente la tasa de hemorragia posparto de 500 ml de sangre o más (un 16,5% frente a un 21,9%).

Muchas menos mujeres tratadas con misoprostol tuvieron una caída de hemoglobina superior a los 3 g/dl (un 5,1% frente a un 9,6%). De todos modos, los temblores y escalofríos aumentaron en el grupo tratado con misoprostol.

"El estudio llena un vacío en la literatura médica al aportar pruebas de que parteras bien entrenadas pueden administrar misoprostol de manera segura y efectiva para prevenir la hemorragia posparto", manifestó la Dra. Durocher. "También proporciona nuevas pruebas que refuerzan la justificación de incluir el misoprostol en la Lista Modelo de Medicamentos Básicos de la Organización Mundial de la Salud", añadió. De hecho, señaló la Dra. Durocher: "en octubre del 2010, Gynuity Health Projects y Venture Strategies Innovations solicitaron formalmente agregar el misoprostol en esa lista para prevenir la hemorragia posparto".



Lunes 10 de Enero 2011

 

Un estudio publicado en 'Obstetrics & Gynecology' recomienda "seguir de cerca" a las jóvenes de entre 20 y 30 años con este síndrome.  

Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOPQ), incluso cuando son jóvenes, corren más riesgo de desarrollar diabetes y colesterol elevado, según un nuevo estudio, publicado por Obstetrics & Gynecology.

"Los médicos no suelen considerar a las jóvenes de entre 20 y 30 años como un grupo para ser seguido muy de cerca", manifestó la Dra. Erica T. Wang, de la University of California, de San Francisco, Estados Unidos, autora de la investigación. "Nuestro estudio sugiere que debemos reconocer a las mujeres jóvenes que tienen SOPQ y seguirlas más de cerca", añadió.

Dado que este mayor riesgo también persistió durante años, incluso después de que se resolvieron los síntomas del SOPQ, los resultados destacan la importancia de mantener un estilo de vida saludable a largo plazo, señaló el Dr. R. Jeffrey Chang, en un editorial que acompañó al estudio.

El SOPQ se produce en entre el 5% y el 10% de las mujeres en edad reproductiva, según el Centro Nacional de Información sobre Salud Femenina de Estados Unidos. Sus niveles anormalmente altos de andrógeno pueden provocar infertilidad, menstruación irregular, crecimiento excesivo del vello y quistes ováricos, además de aumento de peso, especialmente en la cintura.

Más allá de la dieta y el ejercicio, el SOPQ puede tratarse con fármacos para reducir la insulina y a veces con terapias hormonales, como píldoras anticonceptivas o medicamentos reductores de andrógeno. Algunos estudios relacionaron el SOPQ con varios factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como obesidad e hipertensión, además de diabetes. Pero aún no está claro si el síndrome en sí es el responsable de ello, indicó el equipo de la Dra. Wang.

Estudio durante 18 años

Para investigar esta cuestión, los autores observaron a 1.127 mujeres que participaban de un estudio a largo plazo sobre factores de riesgo cardíaco entre blancas y afroamericanas de cuatro ciudades de Estados Unidos. Las mujeres tenían entre 20 y 32 años al comienzo del estudio y fueron seguidas durante 18 años. 53 de las mujeres tenían SOPQ al inicio de la investigación. Una docena de ellas había desarrollado diabetes tipo 2 al final del período de seguimiento y 18, dislipidemia.

Tras una serie de ajustes en el análisis, los autores hallaron que esas tasas equivalían a un doble de riesgo de diabetes y colesterol elevado en las mujeres con SOPQ, comparado con aquellas sin el síndrome. Los investigadores también analizaron los riesgos de 31 mujeres de peso normal con SOPQ al final del estudio. Esas mujeres corrían el triple de riesgo de diabetes tipo 2, comparado con las pacientes con peso normal y sin el síndrome.

A los 14 años de iniciado el estudio, 746 participantes fueron evaluadas nuevamente por el SOPQ y 15 de ellas aún tenían el síndrome. Esas mujeres con SOPQ "persistente" tenían un riesgo siete veces mayor a desarrollar diabetes tipo 2 durante los siguientes cinco años.

El hecho de que los síntomas de SOPQ desaparecieran en muchas de las mujeres con el tiempo sugiere que el síndrome se vuelve menos común con la edad, como habían indicado estudios previos, observó el Dr. Chang en su editorial. Dado que estas mujeres aún corrían más riesgo de diabetes pese a no tener más SOPQ, los resultados también sugieren que el exceso de secreción de hormona masculina no sería la principal causa de este incremento en las posibilidades de presentar diabetes, añadió. "Por ello, el continuo énfasis en la modificación de la conducta y el estilo de vida es fundamental en las mujeres afectadas por este desorden", concluyó el Dr. Chang.


Lunes 10 de Enero 2011

 

Un estudio halló que las usuarias de cualquier anticonceptivo, incluída la vasectomía masculina, tenían hasta un 65% menos de riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.

 

Los anticonceptivos orales reducen el riesgo de desarrollar cáncer de ovario, pero un nuevo estudio, que publica Annals of Epidemiology, sugiere que esa protección se extiende a todo tipo de estrategia anticonceptiva, incluida la vasectomía.

Después de comparar a un grupo de mujeres con y sin la enfermedad, los autores hallaron que las usuarias de cualquier método anticonceptivo (desde la píldora hasta el ligamento de trompas, el DIU, los diafragmas o la vasectomía masculina) tenían entre un 40% y un 65% menos riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Aunque esta asociación no sorprende a los expertos, según la Dra. Roberta Ness, de la University of Texas School of Public Health, Estados Unidos, sí lo ha hecho su alcance al DIU, los métodos de barrera o la vasectomía de la pareja, admitió la autora.

Más de 21.000 mujeres de Estados Unidos desarrollaron cáncer de ovario en el 2010, y otras 14.000 murieron por esa causa. Se calcula que el 1,4% de las mujeres desarrollará la enfermedad en algún momento de su vida.

Resultados inesperados

El equipo de la Dra. Ness entrevistó a 869 mujeres que habían desarrollado cáncer de ovario y a 1.779 sin la enfermedad y les consultó sobre los métodos anticonceptivos que usaban. Como era de esperar, las mujeres con las trompas ligadas o que habían tomado la píldora, ya sea para evitar un embarazo o cualquier otro motivo, eran menos propensas a haber desarrollado cáncer de ovario.

Pero, inesperadamente, lo mismo ocurrió con las usuarias del DIU. Las mujeres que desarrollaron el cáncer eran menos propensas a haberlo utilizado alguna vez. De hecho, sólo el 12% de las mujeres con cáncer había utilizado un DIU alguna vez, comparado con el 17% de las participantes sin cáncer. Y las parejas del 14% del grupo con cáncer de ovarios se habían realizado una vasectomía, comparado con el 17% de las mujeres sin el cáncer.

Tras utilizar herramientas estadísticas para eliminar la influencia de factores que podían generar confusión, el equipo halló que confiar en la vasectomía o en el DIU reducía entre un 50% y un 60% el riesgo de que una mujer desarrollara cáncer de ovario.

Es posible, sugirió la Dra. Ness, que los espermatozoides potencien la inflamación dentro del cuerpo femenino y que, con el tiempo, esa inflamación eleve el riesgo de desarrollar la enfermedad. Todo método que reduzca la exposición de la mujer a los espermatozoides, opina la experta, podría protegerla de la inflamación.

Las píldoras anticonceptivas también influyen en la inflamación, lo que explica su efectividad, pues reducen la cantidad de ovulaciones y cada ovulación causa inflamación.

Las mujeres que tuvieron hijos también tienen menor riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Tras considerar la influencia del embarazo, el equipo observó un debilitamiento de la relación entre la vasectomía, el DIU y los métodos de barrera. Ello, para la Dra. Ness, no es una sorpresa porque al diferenciar entre embarazos y antecedentes anticonceptivos reduce el tamaño de cada categoría. "Este resultado no contradice los hallazgos", dijo.

La Dra. Ness destacó que durante todo el estudio se mantuvo la relación entre el cáncer de ovario y los anticonceptivos orales, lo que sugiere el beneficio de la píldora en el riesgo a futuro de este tumor "altamente" fatal. "Este debería ser un tema de conversación con el médico cuando una mujer está decidiendo qué anticonceptivo utilizar", sostuvo la Dra. Ness

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