Madrid (8-6-11).- La quimioprevención reduce en un 65 por ciento la aparición de cáncer de mama, según ha quedado demostrado con los datos del estudio MAP.3, del Grupo de Ensayos Clínicos del Instituto Nacional de Cáncer de Canadá (NCIC), presentado en el marco de la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) que se celebra en Chicago.
Se trata de una investigación pionera en la que ha participado el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), que ha reclutado 432 españolas sanas para probar este inhibidor de la aromatasa (exemestano) como tratamiento preventivo de esta enfermedad. Es el del primer gran estudio de quimioprevención que ha contribuido de forma importante a una investigación que puede ayudar a disminuir significativamente la incidencia de este tumor.
Los inhibidores de la aromatasa, como exemestano, previenen la síntesis de estrógenos y actúan de forma diferente del tamoxifeno.
El estudio MAP.3, que se publica en The New England Journal of Medicine (NEJM), ha mostrado que en mujeres postmenopáusicas con un riesgo elevado de desarrollar cáncer de mama, el tratamiento con exemestano consigue reducir un 65 por ciento las probabilidades de sufrir la enfermedad. Para el investigador principal del estudio, el doctor Paul Goss, el impacto de estos resultados en la salud pública es muy importante.
Las conclusiones de este ensayo indican que exemestano es una prometedora nueva vía para prevenir esta enfermedad en mujeres postmenopáusicas, que tienen un mayor riesgo de cáncer de mama. El estudio no sólo muestra una importante reducción de estos tumores, sino también que se trata de una terapia con un buen perfil de seguridad. Según afrma Goss, todavía hay que ser cautos, ya que son resultados a tres años.
Aunque se está mucho en el manejo de este tumor, es necesario seguir avanzando en la prevención. Es fundamental una mayor concienciación social sobre la utilidad y lo que supone participar en un estudio de estas características. En la población debe calar el mensaje de que la prevención es clave.
En el estudio han participado un total de 4.560 mujeres, contando con las reclutadas en Estados Unidos, Canadá y Francia, los tres países en los que junto con España se ha llevado a cabo el estudio.
Para participar en el estudio, se ha considerado a aquellas mujeres, que según el Test de Gail, alcanzaban una puntuación mayor de 1.7, que significa una probabilidad de 1.7 de desarrollar un cáncer de mama en los siguientes cinco años. La edad de la mujer, la edad de la primera regla, la edad a la que tuvo el primer hijo, el número de biopsias de mama a las que se ha sometido y tener antecedentes familiares de primer grado (madre, hermana o hija) con cáncer de mama son los factores a partir de los cuales se calcula el índice de Gail.
Eran también candidatas aquellas a las que se le ha detectado un carcinoma intraductal de mama (en etapa inicial), no invasivo y sometidas a mastectomía unilateral, ya que se sabe que tienen un riesgo de un 6-7 por ciento de desarrollar el cáncer en la otra mama en los siguientes cinco años.