December 2010 Archives

La llegada de la Navidad conlleva una alteración en nuestra rutina profesional, familiar y también en nuestros hábitos alimenticios. Son, en general, unas semanas de excesos en la comida y en la bebida, que pueden afectar a nuestra salud. Por eso es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones que nos ayuden a pasar estos días sin graves molestias físicas.




A tan sólo unos días para que den comienzo las fiestas navideñas, las empresas ya han empezado a celebrar las habituales comidas o cenas de trabajo; los grupos de amigos buscan fecha para el tradicional encuentro anual, y las familias también ajustan el calendario para reunirse.

Todo esto nos llevará, además de a disfrutar de estos encuentros, a relajar nuestros hábitos diarios, a trasnochar y a descansar menos, y también a visitar más los restaurantes y establecimientos de ocio, donde nos esperan algunas comidas copiosas y, posiblemente, más alcohol y cigarrillos de los habituales.

¿El resultado? En muchas ocasiones, empachos, acidez, digestiones pesadas, y resacas, además de, algunas veces, el resfriado propio de estas fechas invernales. Son problemas de salud leves, pero que pueden amargarnos la Navidad, por lo que hay que tener cuidado si queremos disfrutar de estas fiestas saludablemente.

Para evitar que nuestra salud se resienta por estos excesos navideños, los expertos aconsejan llevar a cabo una serie de medidas que te pueden ayudar a mantener una correcta alimentación y hábitos saludables. Lo mejor es prevenir, no comer de casi nada, salvo en lo compromisos y, en la medida de lo posible, huir del picoteo navideño antes de las fiestas establecidas.

Pero, según señala el director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud, Rafael García Gutiérrez, "en el caso de que no sea posible y aparezcan estas pequeñas dolencias propias de las fiestas navideñas, podemos tratarlas a través de los medicamentos para el autocuidado de la salud, autorizados por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento de estas sintomatologías leves, y que puedes adquirir en tu oficina de farmacia sin necesidad de una receta médica, pero siempre previa consulta a tu farmacéutico, que será quien te aconseje cuál es el medicamento más apropiado a los síntomas que presentas, en el caso de que lo necesites".


La Navidad engorda entre 2 y 4 kilos

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, tal y como advierte el secretario de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el doctor Miguel Ángel Rubio, la Navidad puede representar en la población una ganancia de entre dos y cuatro kilos de promedio.

El problema ha surgido en los últimos años, según explica este experto, ya que el periodo navideño ya no se acota a los días específicos de Navidad, sino que, "como media, viene a durar un mes", porque "los productos típicos de estas fechas se empiezan a consumir desde que aparecen en las estanterías de los supermercados y semanas antes se está acudiendo a comidas por estas fiestas".

Y, como este abuso no tiene edad, "el incremento en el peso afectará tanto en niños como en adultos como en ancianos". Además, recuerda que el problema viene al acabar las fiestas cuando uno trata de eliminar esos kilos de más, que "se ganan en 15 o 20 días pero pueden costar quitarse más de dos meses".

"Uno se mete en la dinámica que coger peso en Navidad, pero también en Semana Santa y en verano, y llega un momento que estos dientes de sierra de subidas y bajadas pueden dejar de funcionar, y, al final, solo se sube peso o se pierde nada más que la mitad", añade.

La comida navideña en sí misma no tiene mucho valor calórico, ya que suelen ser menús compuestos por pavo, besugo ó mariscos, el problema, recuerda, son los aperitivos y las bebidas que acompañan a la cena, además de los dulces propios de esta época. "Una tableta o polvorón tiene como mínimo 100 calorías, por lo que si se digieren tres polvorones y dos trozos de turrón se puede ingerir unas 500 calorías de un modo fácil", explica.


Los molestos empachos

Por ello, una de las dolencias más frecuentes de la época navideña son los empachos derivados de comidas y cenas copiosas acompañadas, generalmente, de dichos dulces y bebidas alcohólicas. Si presentamos dolor de estómago, sensación de pesadez, ardor acompañado de acidez e incluso vómitos, estamos ante los síntomas de un empacho, explican los expertos.

Aunque, como explica el doctor Rubio, el empacho puede producir problemas serios en algunos casos. "No será la primera vez que una sobre ingesta de alcohol provoca un cuadro clínico más grave como una pancreáticas aguda, que es motivo de hospitalización y puede tener una alta morbilidad, es decir muchas complicaciones e incluso mortalidad", señala. Además, recuerda que aquellas personas que tengan alteraciones de las grasas tienen que tener más cuidado con el consumo de alimentos, ya que "puede existir un aumento muy exagerado de lípidos en sangre que se pueden depositar donde no deben, o producir pancreatitis".

Asimismo, pone especial énfasis en niños y ancianos. En los primeros recomienda que se controle la ingesta de azúcar, ya que "se pueden empachar sólo con los dulces y no comer nada más, por eso hay que darles los dulces racionados"; en el segundo caso recuerda que es importante "no descuidar la hidratación, aumentando el consumo de sopas y caldos no calóricos".

Lo mejor para evitar llegar a esta situación es comer despacio y masticar bien los alimentos, no comer en exceso, evitar abusar de las carnes y grasas y sustituirlas, siempre que sea posible, por verduras o alimentos ricos en fibras. Y por supuesto, no abusar del alcohol y el tabaco. Posteriormente, podemos realizar una dieta que hidrate mucho y ligera, y además, no hay que olvidar que hacer algo de ejercicio o pasear tras la comida ayuda a reducir las calorías.

Pero, ¿qué hacer si hemos cometido un exceso en alguna de las comidas y cenas propias de la Navidad? Como apunta García Gutiérrez, "si un día nos hemos excedido con la comida o la cena, debemos procurar comer sano y ligero al día siguiente para limitar el trabajo de nuestro organismo". Si aún así nos vemos afectados por un empacho, debemos acudir a la oficina de farmacia para que el farmacéutico, tras explicarle nuestros síntomas, nos aconseje el producto de autocuidado más adecuado para tratarlos, como puede ser un antiácido para el dolor estomacal, o un antiemético si padecemos vómitos.


Cómo pasar la temida resaca

Otro trastorno común en Navidad es la popular resaca. Durante estas fiestas trasnochamos más y consumimos más alcohol, lo que tiene consecuencias negativas sobre nuestra salud, y que se ven más acentuadas en el caso de los fumadores. Dolor de cabeza, deshidratación, sequedad de boca, mareos, sed, náuseas o acidez de estómago, son algunos de los síntomas propios de la resaca.

Para evitarla, desde la Asociación para el Autocuidado de la Salud aconsejan no consumir alcohol en exceso, y para tratarla, tomar alimentos suaves que no irriten la mucosa gástrica, como los yogures, y reponer la pérdida de líquidos y vitaminas con zumo de naranja y frutas frescas. Si aún así seguimos con síntomas, "de nuevo lo mejor es autocuidarnos de forma responsable acudiendo a nuestro farmacéutico para que sea este profesional quien nos aconseje, si lo necesitamos, el medicamento o producto más adecuado para tratar nuestra sintomatología, como pueden ser analgésicos y antiácidos, además de sueros de rehidratación oral".

Otras molestias asociadas a los excesos y cambios bruscos en la alimentación son las diarreas, las náuseas y los vómitos, que pueden remitir controlando la alimentación o, si es necesario, con los medicamentos adecuados. Las diarreas suelen aparecer por alguna intoxicación leve o por los cambios de menú tan habituales en estas fechas.

Para superarla, lo más importante es reponer líquidos y sales, siendo muy adecuados los zumos caseros o las sales de rehidratación oral que pueden ser adquiridas en las farmacias, al igual que los medicamentos antidiarreicos que te aconsejará el farmacéutico si lo considera necesario. Además, es muy importante tener en cuenta los alimentos a ingerir en esta situación, siendo los más adecuados los plátanos, las manzanas, las patatas o las zanahorias, y evitando los lácteos.


Resfriados y otras molestias

No podemos olvidarnos tampoco de la dolencia estrella del invierno, el resfriado, que también está muy presente en Navidad. Si durante los meses de frío tenemos posibilidades de contraer el típico catarro, más riesgo tenemos aún durante las fiestas navideñas, ya que pasamos más tiempo fuera de casa y, en muchas ocasiones, nos olvidamos de abrigarnos adecuadamente.

Si a eso le sumamos que nuestro organismo puede estar algo debilitado por la alteración de nuestros hábitos durante las fiestas navideñas (alimentación, cansancio acumulado, tabaco, alcohol, etc.), las probabilidades de resfriarnos aumentan notablemente.

En estos casos, para el tratamiento de gripes y resfriados, el profesional farmacéutico nos recomendará el tratamiento más adecuado en cada caso, por ejemplo, para la fiebre y los dolores, analgésicos; para la tos, antitusígenos; y para la congestión nasal y mucosidad, descongestivos y mucolíticos, respectivamente. Y además, como aconseja García Gutiérrez "se pueden acompañar con alimentos de alto aporte energético y de vitaminas, como los frutos secos, los cítricos, las hortalizas y el pescado azul".

No obstante, el director general de anefp recuerda que, "ante cualquier trastorno que pueda presentarse en estas fiestas navideñas, se debe actuar de forma responsable, y utilizar los medicamentos destinados al autocuidado de la salud siempre bajo el consejo del profesional farmacéutico, que nos aconsejará el tratamiento más adecuado para cada caso, y nos remitirá al médico si fuese necesario".


¿Cómo se define el dolor abdominal agudo?

El dolor abdominal es el síntoma que aparece con más frecuencia en la clínica de enfermedades del aparato digestivo. Las causas que lo desencadenan son tan diversas que hacen difícil el diagnóstico; entre ellas destacamos las siguientes:

  • de tipo mecánico
  • inflamatorias
  • infecciosas
  • por fallo de riego vascular
  • de origen tumoral


Existen tres tipos de dolor abdominal
Ver imagen
  • Dolor visceral
    Está originado en los órganos abdominales. Es de carácter sordo y mal localizado. En ocasiones aparece como una sensación de plenitud abdominal.
    También puede ser de tipo cólico (como un retortijón), acompañándose de náuseas, vómitos, palidez y sudoración.
  • Dolor parietal
    Está originado en estructuras de la pared abdominal. Se agrava con los movimientos y aumenta con la palpación.
  • Dolor referido  
    Se percibe en lugares diferentes del estímulo. Así se explica que se pueda tener dolor en el hombro derecho y tener una colecistitis (inflamación de la vesícula biliar) o un cólico biliar, que te duela entre ambas escápulas (omóplato) y estar sufriendo la disección de un aneurisma de aorta torácico, o cómo comienzas teniendo dolor en la boca del estómago y acabes teniendo a las pocas horas un proceso de apendicitis localizando el dolor en la fosa iliaca derecha. Y así podríamos poner muchos ejemplos similares que nos explicarían además la dificultad añadida de poder diagnosticar adecuadamente un dolor abdominal.


¿Qué es fundamental conocer en la evaluación inicial de los enfermos?

Los antecedentes previos (cirugía previa, hernias(ver documento) , úlcera (ver documento), colelitiasis, cálculos en la vesícula (ver documento), ingestión de fármacos y alimentos, alcohol, diabetes, ciclo menstrual...

Una adecuada historia clínica en la que se reflejen de manera clara las características del inicio del dolor, localización, irradiación o variaciones en la intensidad del mismo en función de la postura, toma de alimentos...


¿Cómo se detecta el dolor abdominal?
  • El paciente acude refiriendo dolor abdominal acompañado habitualmente con otros síntomas digestivos: náuseas, vómitos...
  • A la inspección del paciente debemos diferenciar entre un cuadro agudo y grave de una patología más simple que no requiera atención urgente.


¿Cómo se diagnostica el dolor abdominal?
  • Se debe hacer una buena historia clínica, interrogando acerca de antecedentes personales y familiares.
  • Características del dolor como localización, intensidad, duración, circunstancias que agravan o alivian el dolor y otros síntomas acompañantes.
  • Tenemos que hacer una exploración física que incluya una exploración general con inspección, palpación, percusión y auscultación abdominal.
  • Se harán además pruebas complementarias como:  
    • hemograma
    • bioquímica de sangre
    • estudio de coagulación
    • electrocardiograma
    • radiografía de tórax y abdomen
    • ecografía abdominal

El dolor abdominal tendrá un tratamiento según la causa que lo origine.

Una de las acciones que más llaman la atención respecto al tratamiento del dolor sigue siendo el hecho de tardar tanto en dar analgesia al paciente.


¿Por qué no debemos calmar el dolor desde el principio?

Si no conocemos la causa del dolor, no debemos calmarlo, porque la única forma que tenemos de conocer la evolución del proceso que se localiza en el abdomen, es según cómo va cambiando el dolor.

La única forma que tenemos de "que nos hablen los órganos del abdomen " es seguir la evolución del dolor. Hasta que sepamos con exactitud la causa no debemos dar analgesia, pero en cuánto sepamos lo qué está causando el dolor, comenzaremos a calmarlo

¿Qué es?

La Neumonía es un proceso inflamatorio agudo del pulmón, provocado por agentes infecciosos, aunque también puede ser provocada por agentes físicos o químicos bien inhalados o por aspiración del contenido gástrico cuando el nivel de conciencia es bajo o existe algún trastorno de la deglución.

Distinguimos tres categorías:

  • Neumonía extrahospitalaria o adquirida en la comunidad: Se produce en aquellas personas que no han estado ingresadas en ninguna institución.
  • Neumonía intrahospitalaria o nosocomial: Se adquiere durante la estancia en el hospital, incluso se denominan así, aquellas que se producen durante los 10 días después del alta hospitalaria.
  • Neumonía en el paciente inmunodeprimido: Nos referiremos a ellas en aquellas personas que presenten algún grado de alteración del sistema inmunológico que facilite la aparición de infecciones (diabéticos, enfermos con cáncer, tratamiento quimioterápico, cirrosis hepática o pacientes con infección por el virus del SIDA).

Por la forma de presentación distinguimos:

  • Neumonía típica: Que tiene un comportamiento clínico, radiológico y evolutivo muy bien definido.
  • Neumonía atípica: El cuadro clínico es menos definido y más larvado.

¿Qué lo produce y como se produce?

Las causas más frecuentes de las neumonías típicas son las de origen bacteriano, especialmente el Streptococo pneumoniae responsable del 20 al 70% de las mismas. Otros gérmenes responsables son el Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, Haemophilus influenzae, virus influenza A, Coxiella burnetii y Legionella pneumóphila. Los gérmenes implicados en las neumonías atípicas son el M. Pneumoniae, C. Pneumoniae, Legionella y virus. La tuberculosis puede presentarse también como una neumonía y hay que tenerla en cuenta en el diagnóstico.

Las neumonías son más graves en pacientes con enfermedades crónicas como bronquitis crónica, diabetes, ancianos, alcohólicos, enfermedades del hígado (cirrosis), insuficiencia renal y tumores. En pacientes de más de 65 años es más frecuente además del S. Pneumoniae el Haemophilus influenzae, los bacilos gram negativos provenientes de la orina, el Staphylococcus aureus, la Legionella y los virus.
Usted debe informar a su médico si viajó al País Vasco (Fiebre Q) o a la Comunidad Valenciana (Legionella), si ha tenido contacto con animales o ha estado en instituciones cerradas (cárceles, asilos, etc.).


¿Cuándo sospechar una neumonía?

Si usted presenta de forma brusca fiebre, precedida o no de escalofríos, tos con expectoración purulenta y dolor en algún costado o en el pecho que se acentúa al respirar profundamente, que incluso le corta la respiración, puede usted tener una neumonía.
En otras ocasiones los síntomas pueden ser más solapados con tos seca, febrícula ( temperatura inferior a 38º C.), dolores musculares, diarrea, afectación del estado general, dolor de cabeza y, lo que más le debe alertar: una progresiva dificultad para respirar, usted puede estar ante una neumonía atípica y debe dirigirse a un centro sanitario.




¿Cómo saber o confirmar que tengo una neumonía?
  • Una vez sospechada la neumonía y evaluada por su médico de cabecera, la prueba más rentable es la radiografía posteroanterior y lateral de tórax que tendrá un triple valor:

1. Diagnóstico: Confirma la presencia de la neumonía.
2. Pronóstico: Es más grave si afecta a varios lóbulos del pulmón o si afecta a todo él (como si fuera un vidrio deslustrado), es el caso de las neumonías atípicas.
3. Evolutivo: Para controlar la curación. En ocasiones puede ser normal la radiografía y luego aparecer la lesión 24 ó 48 horas después de iniciado el cuadro clínico.

Si se trata de un paciente joven o sin enfermedades importantes, con buen estado general no tiene gran sentido seguir realizando pruebas ya que sólo se alcanza el diagnóstico etiológico (de la causa) entre el 30 al 50% de las neumonías.

  • Tanto el cultivo de esputo como los hemocultivos son técnicas poco rentables y por supuesto, baja más su rentabilidad si se toman antibióticos antes de recoger las muestras. Fundamentalmente se solicitan en las neumonías graves que ingresan en el hospital o en aquellos casos en que deseamos descartar una tuberculosis.
  •  Además de las técnicas de cultivo disponemos de métodos de diagnóstico rápido como la inmunofluorescencia directa (IFD) para Legionella, técnica que se puede realizar en diversos líquidos orgánicos (orina, esputo etc.), además de técnicas serológicas para Chlamydia, Micoplasma, etc. Pero sin duda la incorporación de técnicas de ampliación genética: PCR (reacción en cadena de la polimerasa), representan en la actualidad una gran ayuda para el diagnóstico rápido de la neumonía.
  •  Las técnicas más agresivas como el lavado broncoalveolar, TAC (tomografía axial computadorizada), la punción transtorácica o el catéter telescopado se emplean en aquellas neumonías de difícil diagnóstico o en aquellos pacientes que por su evolución complicada precisan intubación e ingreso en las unidades de vigilancia intensiva.
  •  Además en los casos graves o con enfermedades de las anteriormente descritas se debe solicitar un análisis de sangre completo para valorar la presencia de anemia y los leucocitos (glóbulos blancos) con objeto de identificar leucocitosis extremas ( más de 25.000 leucocitos por milímetro cúbico) o leucopenias ( menos de 3.500 células por milímetro cúbico), la coagulación con objeto de despistar una coagulación intravascular diseminada (CID) que tendría un pronóstico ominoso, una gasometría arterial para valorar el oxígeno en sangre y una función renal para descartar insuficiencia renal aguda. Incluida la glucemia y los iones ya que determinadas neumonías pueden provocar hiponatremias ( sodio bajo).

Los Triglicéridos son grasas, o mejor lípidos, que el organismo necesita para la formación de estructuras esenciales para las células y que por tanto viajan por el torrente circulatorio. Se consideran un excelente reservorio de energía para nuestro organismo. Al igual que con el colesterol, el hígado es la principal fábrica de triglicéridos de nuestro cuerpo. No es frecuente la elevación aislada de triglicéridos sin alteraciones de los otros lípidos como el colesterol, pero existen enfermedades familiares y alteraciones dietéticas que pueden condicionar un aumento de sus cifras normales que ocasionarán una hipertrigliceridemia, con la consiguiente aparición de patologías asociadas a su aumento en sangre.

El aumento en sangre de los niveles de triglicéridos puede acarrear la presentación de pancreatitis, aumento del riesgo cardiovascular por ateromatosis y alteraciones cutáneas y oculares.

La determinación de los niveles de triglicéridos se determina mediante un análisis de sangre rutinario.


¿Para qué sirve?

La determinación de los niveles plasmáticos de triglicéridos es importante para conocer la aparición de riesgo aterogénico o lo que es lo mismo, para prevenir la aparición de enfermedad cardiovascular entre otras. Es un parámetro que nos ayuda en combinación con la determinación de los otros lípidos como el colesterol a hacernos una idea de la progresión de la arteriosclerosis en nuestras arterias.

Además, su conocimiento nos habla de posibles alteraciones del metabolismo lipídico de posible origen familiar y por tanto transmisibles, con las consecuencias clínicas que esto conlleva. También nos previene la aparición de enfermedades, si se tiene alto, como la pancreatitis aguda o los xantomas o acúmulos de grasa en determinados lugares de la piel. Enfermedades como la diabetes mellitus pueden condicionar un aumento de los triglicéridos al igual que la ingesta de determinados fármacos como los anticonceptivos orales, consumo exagerado de alcohol, etc.

Es pues, un importante predictor de enfermedad por lo que su conocimiento es necesario a la hora de practicar lo que conocemos como Medicina Preventiva.


Cuando debe realizarse

Como en casi todas las pruebas diagnósticas, debe ser su médico de cabecera quien determine la necesidad y el momento para realizarlas, pero sirva de consejo que sería conveniente que toda la población adulta tuviese realizado al menos un control de sus cifras de lípidos al menos cada 5 años.

En dependencia de la patología que se tenga, por ejemplo diabetes mellitus, o de los fármacos que se tomen, por ejemplo anticonceptivos orales, o del riesgo añadido que se tenga de presentar enfermedad cardiovascular, su médico le aconsejará su determinación con más o menos periodicidad. Puede ser que hasta cada 6 meses, aunque lo normal es hacerlo cada año o cada 2 años.

En niños y salvo patología conocida o algún condicionante médico que lo aconseje no es necesario realizar este análisis.

No obstante es cierto que los médicos cuando realizamos un análisis general para cualquier otra cosa, pedimos también la determinación de triglicéridos y así conocemos su estado.


Factores que interfieren sus resultados

En todo análisis de sangre general se debe acudir sin preparación especial, en ayunas y sin temor. Es cierto que se deben contemplar algunos consejos como:

  • No variar de alimentación en los días o semanas previos al análisis
  • No deben producirse cambios de peso ni haber pasado recientemente enfermedades que hayan provocado encamamiento prolongado
  • No tomar medicamentos fuera del control de su médico
  • No abusar del alcohol en días previos.  

En fin, hacer una vida completamente normal.


Resultados

Las cifras normales de triglicéridos en sangre están por debajo de 200 mg/dl. Se consideran valores ligeramente altos de 200 a 400 mg/dl y valores ya patológicos por encima de estos valores. Valores por encima de 600 - 800 aumentan el riesgo de pancreatitis aguda.

En dependencia de la asociación de otras enfermedades o factores de riesgo añadidos será conveniente tener los niveles algo más bajos de los propuestos, pero siempre que se tengan por debajo de 200 no hay problemas de salud por los triglicéridos.


Consejos para los pacientes

Como ha quedado dicho con anterioridad, debe recomendarse a toda la población adulta la determinación de los niveles de lípidos en sangre, y concretamente de triglicéridos, para estimar el posible riesgo de aparición de enfermedad.

Su médico de cabecera es quién debe realizar la prueba y valorar su resultado en función no sólo de las cifras que se determinen sino de la asociación de otros muchos factores como la alimentación, los medicamentos que tome, las enfermedades que se tengan y la presencia de más factores de riesgo cardiovascular.


No obstante, recomiendan utilizar el protector solar si la exposición es de más de 15 minutos y siempre antes de que la piel enrojezca


Madrid (23/3-01-11).- Un total de siete sociedades científicas de Reino Unido han hecho una revisión de las guías de hábitos saludables para recomendar exposiciones "breves" al sol durante el mediodía en verano sin utilizar cremas protectoras solares para fomentar la producción de vitamina D en el organismo, aumento que favorecería el fortalecimiento de los huesos y protegería frente al desarrollo de la osteoporosis.


Los especialistas de estas asociaciones, entre las que destacan el Cancer Research UK y la Sociedad Nacional de Osteoporosis (NOS), han revisado las recomendaciones sobre la exposición solar debido al temor creciente entre la población británica, tradicionalmente de piel clara, de desarrollar cáncer de piel si se exponen al sol en verano.

No obstante, los expertos recomiendan utilizar la crema protectora si la exposición va a ser prolongada y aplicarla antes de que la piel se enrojezca por el sol. Para la profesora Rona Mackie, de la Asociación Británica de Dermatólogos, la protección total contra el sol con una crema de factor alto durante todo el tiempo no es lo ideal, en términos de niveles de vitamina D.

En algunas zonas, como en Australia, se han cambiado las recomendaciones de protección de la piel y ahora, en ciertas partes del país, se ha demostrado que las cremas solares quizá no son necesarias durante algunas épocas del año. Algunos de los mensajes acerca de la exposición solar son demasiado negativos. El sol de verano en Reino Unido no es extremadamente fuerte, y no son muchos los días durante el año en los cuales sea muy intenso.

Por este motivo se han cambiado las recomendaciones, porque se ha comprobado que la exposición durante 10 ó 15 minutos al sol británico en verano, sin crema protectora y algunas veces por semana, ofrece, probablemente, un equilibrio seguro entre unos niveles de vitamina D adecuados, sin exponerse al riesgo de desarrollar un cáncer de piel, ha explicado la profesora Mackie.

Las autoridades sanitarias de Reino Unido han emitido una serie de recomendaciones para que las mujeres británicas y los niños menores de cinco años tomen suplementos de vitamina D. Pero los expertos que han revisado estos consejos y han emitido una declaración conjunta en la que aseguran que los niveles bajos de vitamina D durante el invierno pueden compensarse con estas exposiciones durante el verano, o incluyendo en su dieta aceite de pescado, hígado o margarina suplementada.

Según explica el director clínico del Cancer Research UK, el profesor Peter Johnson, una buena dieta y una exposición moderada al sol puede ser la adecuada para la gran mayoría de la población de Reino Unido para minimizar su riesgo de cáncer. No obstante, la relación entre el aumento de vitamina D y el riesgo de cáncer sigue siendo complicada.

Hay algunas evidencias, especialmente fuertes en el cáncer intestinal, de que los niveles bajos de vitamina D en la sangre se correlacionan con un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Pero eso no quiere decir que tener niveles bajos de vitamina D cause cáncer intestinal.

Los autores consideran que, en general, es muy poco probable que los niveles bajos de vitamina D tengan un papel excesivamente determinante en los cambios que generan el desarrollo de cáncer entre la población de Reino Unido.


Jueves 23 de Diciembre 2010

Un estudio comprobó como un grupo de pacientes con síndrome de intestino irritable e informado de que se le administraba un placebo, mejoró sus síntomas.

Tomar placebo beneficia a los pacientes, incluso cuando saben que toman placebo, según un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación Osher de la Facultad de Medicina de Harvard (HMS) y del Centro Médico Diaconisa Beth (BIDMC), de Israel, publicado ayer en Plos One.
Aunque no contiene principios activos, los pacientes suelen responden al consumo de placebo. De hecho, los datos sobre placebos son tan convincentes que muchos médicos americanos -un estudio ha estimado que el 50%- administran placebo secretamente a pacientes confiados. Como este "engaño" es éticamente cuestionable, el profesor adjunto de Medicina, Ted Kaptchuk, y un grupo de investigadores del BIDMC estudiaron si el poder del placebo puede ser aprovechado abiertamente con los pacientes.
Para ello, 80 pacientes con síndrome de intestino irritable fueron divididos en dos grupos: uno de control, que no recibió tratamiento, y otro, que recibió placebo sin ser engañados en este punto, pues se aclaró a los participantes que iban a recibir algo similar a "píldoras de azúcar", que tenían que tomar dos veces al día.
Según Kaptchuk, estos investigadores "no sólo dejaron claro que estas píldoras no contenían ningún principio activo y que no estaban hechas de ninguna sustancia, pusimos incluso en el bote de pastillas una etiqueta que decía 'placebo'". "Le dijimos a los pacientes que no tenían ni siquiera que creer en el efecto placebo. Sólo debían tomarse las píldoras", insiste.
Mejoras con placebo
El equipo observó a estos pacientes durante tres semanas. Al término del ensayo, cerca del doble de los pacientes tratados con placebo registraron un alivio de los síntomas, en comparación con el grupo de control, en concreto, el 59% frente al 355. Incluso en otras medidas de resultados, los pacientes con placebo duplicaron sus tasas de mejora en un grado casi equivalente a los efectos de los más poderosos medicamentos.
Los autores advierten de que este estudio es pequeño y ha sido limitado a un objetivo. Simplemente, dicen, abre la puerta a la posibilidad de que los placebos sean efectivos incluso para los pacientes que lo toman informados de ello, una hipótesis que -insisten- necesita ser confirmada en mayores estudios clínicos.
Sin embargo -dice Kaptchuk- estos descubrimientos sugieren que, más que los meros pensamientos positivos, podrían existir beneficios significativos en el ritual médico". "Estoy ilusionado con la posibilidad de seguir adelante con este estudio. El placebo podría funcionar incluso cuando los pacientes saben que lo están tomando", concluyó.

Jueves 23 de Diciembre 2010

Se necesitan más estudios para verificar si esta relación se debe "a cambios en el nivel de HDL, la funcionalidad o los cambios asociados en otros lípidos o lipoproteínas", según el equipo investigador.  

El efecto cardiovascular protector del colesterol HDL disminuye cuando las mujeres llegan a la menopausia, según publica la revista Menopause. No obstante, esto no prueba que exista una relación causal.

El equipo de Genevieve A. Woodard, de la University of Pittsburgh Graduate School of Public Health, Estados Unidos, señala que existen pruebas de ese efecto, pero que ningún estudio evaluó si coincide con la menopausia. Los autores analizaron datos retrospectivos de 316 mujeres premenopáusicas o en el inicio de la perimenopausia y de 224 mujeres al final de perimenopausia o en la posmenopausia. Las participantes tenían alrededor de 50 años y ninguna usaba terapia hormonal sustitutiva; cada una informó de su estadio menopáusico.

Por cada 1 mg/dl más de HDL, la posibilidad de tener calcificación aórtica elevada en el primer grupo disminuyó un 3%. En las mujeres menopáusicas, esa posibilidad creció un 3%. Además, en las mujeres menopáusicas, la posibilidad de tener calcificación en la coronaria izquierda aumentó un 8% por cada mg/dl de HDL.

El patrón de protección del colesterol HDL en el primer grupo, pero no el grupo en la menopausia, también se observó para la placa en la carótida y el grosor de la íntima media.

Un análisis exploratorio de un subgrupo de 53 mujeres demostró que los dos grupos diferían significativamente en el perfil de la subclase de lipoproteínas. Las mujeres en la menopausia tendían a tener partículas de HDL más pequeñas y en mayor cantidad. Ese grupo tenía también los triglicéridos y el colesterol LDL significativamente más elevados y mayor cantidad de partículas totales de LDL.

Para el equipo, los resultados sugieren que el efecto protector del HDL se debilitaría en las mujeres posmenopáusicas y que los efectos del colesterol LDL son más fuertes. De todos modos, el equipo destaca que "este es un análisis transversal preliminar y, por lo tanto, no se puede inferir una relación causal entre el cambio de estadio de la menopausia y el HDL".

Los autores concluyeron que los próximos estudios deberían analizar si esta relación "se debe a cambios en el nivel de HDL, la funcionalidad o los cambios asociados en otros lípidos o lipoproteínas

 Jueves 23 de Diciembre 2010     

Un estudio realizado por la Universidad de Duke, en Estados Unidos, demuestra que las muertes por fallo cardíaco en el período navideño se disparan un 8% respecto a noviembre, que es, a su vez, el segundo mes de mayor riesgo. Concretamente, el 25 de diciembre es el día del año en que se registran más fallecimientos por esta causa, seguido del 26 de diciembre y del 1 de enero.
Según la Fundación Española del Corazón (FEC), las principales causas del aumento de fallecimientos cardíacos durante este período es que existe un menor control de determinados factores de riesgo cardiovascular. El exceso de comida y bebida, sumado a la emotividad y la nostalgia habituales de las fechas navideñas, junto con el estrés y la desconcordia familiar, son factores externos que afectan a la salud, especialmente en estas fechas.
"Estos elementos no son determinantes para desarrollar una enfermedad cardiovascular, sin embargo pueden ser más perjudiciales si ya se sufren problemas cardíacos o un riesgo alto de padecerlos", comenta el Dr. Juan Manuel Escudier, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital Universitario de Puerta de Hierro de Majadahonda.
Así, la FEC recomienda controlar los excesos, especialmente en pacientes con enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, diabetes o angina de pecho.

Jueves 16 de Diciembre 2010

Según el estudio no causa reflujo gastroesofágico, flatulencia y meteorismo


Madrid (16- 12-10).- Para determinar los efectos del alcohol sobre el sistema digestivo cuando se consumen comidas abundantes, los investigadores estudiaron a 20 individuos que bebieron vino o té negro con la comida, seguido por licor de cerezas o agua.

Mark Fox, del Hospital Universitario de Zurich en Suiza y director del estudio que se publica en a revista British Medical Journal, señala que aunque centrados en un determinado tipo de comida, los resultados de la investigación pueden generalizarse para dirigirse al tema más amplio de los efectos del alcohol sobre la digestión y el bienestar digestivo después de cualquier comidas abundante.

En el estudio participaron 20 voluntarios sanos de entre 23 y 58 años y ninguno de ellos tenía antecedentes de uso inadecuado del alcohol o enfermedad gástrica. Tenían además un índice de masa corporal medio (IMC) de 23,6 y ninguno tomaba fármacos.

Los participantes fueron evaluados en dos días con al menos una semana de separación. La mitad del grupo bebió vino blanco con la fondue y la otra té negro. Esto fue seguido de un licor de cerezas digestivo o agua 90 minutos después. Los investigadores utilizaron pruebas de respiración científicas para evaluar los efectos del consumo de alcohol sobre el sistema digestivo.

Los resultados muestran que el proceso de digestión era mucho más lento en el grupo que bebió alcohol con los alimentos. Sin embargo, los resultados también demuestran que el alcohol no contribuyó a un aumento en los problemas de indigestión.

Los autores concluyen que las personas sanas pueden disfrutar de comidas tradicionalmente hipercalóricas, como las consumidas en Navidad, con la bebida de su elección sin preocuparse sobre el malestar digestivo tras el banquete.



 

Independientemente del estilo de dieta que se elija, es importante tomárselo con calma. He aquí veinte consejos fundamentales para que toda dieta consiga su objetivo.

Además hay que acompañar esto con el ejercicio físico para quemar calorías. En caso contrario los kilos perdidos se recuperan pronto.

Las dietas, por lo general, sólo eliminan más líquido del organismo que grasas. Por ello es conveniente cambiar de hábitos alimenticios para asegurarse una vida más sana. Existen multitud de regímenes adelgazantes pero todos ellos necesitan una base para llegar a buen puerto. He aquí veinte consejos fundamentales para que toda dieta consiga su objetivo.

Consejos

1. La dieta debe ser variada. No hay que olvidar ningún grupo de alimentos. La alimentación ha de ser equilibrada. La regla consiste en no abusar de la cantidad de alimentos hipercalóricos e insanos.

2. El régimen ha de ser suave. Las dietas rápidas que prometen la pérdida de muchos kilos a la semana, a la larga producen problemas de salud y se recuperan los kilos perdidos. Lo más saludable es perder entre medio y un kilo semanal.

3. Repartir las comidas en cinco tomas diarias. No hay que saltarse una comida importante. Dos deben ser comidas consistentes y las otras tres más ligeras.

4. El desayuno ha de ser fuerte. El mejor desayuno aporta entre un 20 y un 25% del aporte calórico diario.

5. Hay que cenar pronto. Al menos dos horas antes de acostarse. Por la noche el metabolismo se ralentiza y los alimentos se acumulan como grasas más fácilmente.

6. El agua es fundamental. Hay que beber mucho, unos dos litros diarios. El agua mantiene la línea porque no tiene calorías.

7. Cocinar lo justo. Esto es muy importante. Se deben pesar las raciones. Las sobras son una tentación peligrosa.

8. La sal debe desaparecer. Basta con un poco. Comiendo los mismos alimentos sin sal se pierde peso y se gana en salud. Sin cambiar de alimentación se pierde volumen.

9. Usar aceite de oliva en las comidas. Una cucharada al día no aporta muchas calorías y ayuda a mantenerse sano por sus ácidos grasos monoinsaturados.

10. Las cantidades de comida ingeridas han de ser menores. Para perder peso se debe reducir el número de calorías diarias.

11. Las grasas son enemigos de la dieta. Aportan demasiadas calorías. Por ello se recomienda cocinar al vapor, a la plancha y utilizar el microondas. La cocina natural además es más sana y mantiene mejor las vitaminas y minerales de los alimentos.

12. La comida es un placer. Hay que disfrutar comiendo. La dieta no debe ser una tortura. Por ello es positivo variar los menús. Una dieta que hace sufrir no es una buena dieta.

13. No obsesionarse con la báscula. Hay que pesarse una vez semanalmente sin ropa y en ayunas. Perder peso es un logro progresivo.

14. No picar entre horas. Hacerlo entre las comidas lo único que consigue es almacenar grasas y tira por tierra todos los esfuerzos por cumplir la dieta. Si no se puede evitarlo, lo mejor es comer trocitos de fruta, yogures descremados..., que calman el hambre sin consumir calorías.

15. Limitar el consumo de alcohol. Los licores tienen bastantes calorías. Hay que evitar su ingestión, sobre todo después de comer.

16. Masticar los alimentos tranquilamente. Comer despacio hace que se saboree mejor la comida y además consigue que se coma menos. El cuerpo reacciona con señales de saciedad a los veinte minutos de comenzar a comer. Así, se ingiere sólo lo necesario.

17. El deporte es fundamental. El ejercicio físico siempre elimina grasas y quema calorías. Además tonifica el organismo. Es una garantía de salud.

18. Hay que analizar las sensaciones. A veces se come por encontrarse deprimido, agobiado... La comida se suele convertir en un sustituto emocional y se come sin hambre.

19. Adelgazar, ¿por qué? Por decisión propia. La decisión de perder peso es una elección personal e intransferible.

20. El consejo de un especialista en nutrición ayuda a marcarse objetivos realistas. Además seguirá la evolución de la dieta.

Lo que se debe saber

Las personas que quieren adelgazar tienen claro que hay algunos alimentos prohibidos: el pan, la pasta, los cereales y las legumbres. Sin embargo, la literatura científica actual desmiente esta creencia. Según los estudios, los carbohidratos sacian más e incrementan el gasto calórico. Es hora de comer pan.

Un grupo de expertos del departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid realizaron en el año 98 sendos estudios sobre el consumo de hidratos de carbono y la obesidad.

Poca grasa

Sus conclusiones demuestran que la dieta más eficaz para perder peso es la pobre en grasa y rica en hidratos de carbono. Mejor incluso que las que aconsejan disminuir la ingestión de calorías o grasa, únicamente.

Al parecer, éstos trabajos demostraron que las personas obesas tienden a consumir más grasa y menos hidratos de carbono. Parte de este comportamiento se basa en que las personas con sobrepeso muestran una apetencia natural por la grasa que, en ocasiones, puede deberse a costumbres familiares, aunque también existe un condicionante genético. Para comprobar que la dieta es efectiva y que realmente lo que se está perdiendo no son sólo líquidos sino grasa, se puede utiliza un medidor de grasa corporal.

Las virtudes de los carbohidratos

Las dietas ricas en carbohidratos (frutas, verduras, pasta, arroz, cereales, legumbres, hortalizas) tienen más agua y más fibra. Además poseen menos densidad energética que las ricas en grasa. Por eso, hay que consumir una gran cantidad de alimentos para conseguir un cierto nivel de energía. Estas además tienen más potencial para provocar sensación de saciedad.

Por otra parte, está demostrado que incrementan el gasto calórico. Además, a favor de los carbohidratos está el hecho de que son relativamente ineficaces como sustrato para transformarse en grasa en el organismo. Para conseguir este fin se necesita utilizar el 23% de las calorías ingeridas, mientras que las grasas solo necesitan utilizar el 3% de la energía ingerida para ser almacenadas.

La mejor aliada, la paciencia

Independientemente del estilo de dieta que se elija, es importante tomárselo con calma. Especialmente en el caso de las personas que sufren de sobrepeso, lo ideal es perder una proporción de 20 kilos en un año.

La dieta de la Pirámide Invertida es otro remedio universal. Hay que comer mucho más en el desayuno, con la salvedad de que éste debe tomarse, a más tardar, media hora después de levantarse. Después le seguirá una comida con tres platos: ensalada, verdura y carne o pescado a la plancha.

También es necesario saber tratar los desmoralizantes bloqueos que tienen lugar en todas las dietas. El ejercicio es un importante aliado en estos casos. Caminar una hora diaria o hacer una hora de natación, aerobic o footing cada dos días puede ser muy efectivo. Realizar dietas puente, mucho menos estrictas, cada cierto número de semanas aportará un grado de felicidad.

Efecto Rebote

Lo fundamental, sin embargo, es recordar que si se come muy poco el metabolismo basal baja a unos mínimos. Esto provoca que, a poco que esa persona se vuelva a pasar en la dieta, recuperará rápidamente su peso anterior.

Para conseguir la imagen deseada hay que marcarse metas fáciles de alcanzar. Es necesario aclarar también los motivos por los que una persona quiere adelgazar y cuántos kilos le sobran. El especialista en nutrición debe tomar partido sobre la forma de llevarla a cabo para determinar si hay alguna causa por la que una persona determinada aumenta de peso y si existen patología o contraindicación alguna.

La foto finnish

El problema es que muchas personas no eligen la ocasión idónea para empezar un tratamiento. Cuando llega el calor y es hora de desnudar los cuerpos, se lanzan precipitadamente a dejar de comer y empiezan las catástrofes. Lo ideal es buscar una época de estabilidad fuera de los excesos de trabajo y lejos de la llegada de las vacaciones.

Una medida lógica y muy efectiva es retirar todas las tentaciones de la nevera. ¡Fuera los alimentos que más engordan! Rodearse de estímulos positivos como ropa atractiva o un gráfico con el peso perdido puede ser un buen aliciente. El secreto para conseguir llegar sano a la foto finnish es un cóctel de paciencia y disciplina.

 

Comerse un filete o bife de carne a las doce del mediodía y hacerlo a las nueve de la noche no genera el mismo efecto en el organismo...

Su metabolización y el aprovechamiento de sus nutrientes varían en función del momento en que se consuma. Una persona sana digerirá mejor la carnes durante la noche, aunque depende de cómo funcione su estómago y su regulación hormonal. Lo mismo sucede con algunos fármacos, como la aspirina que, si se toma por la mañana, puede repercutir en mayor medida en la mucosa gástrica (ulceraciones y hemorragias) respecto a la misma dosis por la noche. Los efectos fisiológicos tanto de los alimentos como de los fármacos pueden ser distintos en función de la hora en que se ingieran, diferencias que adquieren una mayor trascendencia en aquellas personas enfermas para las que la dieta es parte esencial de su tratamiento. La ciencia que estudia esta interrelación se denomina cronobiología.

Conociendo el funcionamiento del cuerpo

El funcionamiento del organismo en toda su magnitud -procesos bioquímicos, psicológicos o biofísicos- está determinado por unos ritmos biológicos: circadianos o de 24 horas, o ultradianos o de 100-180 minutos. Estudios incipientes sobre cronobiología y nutrición revelan la relación entre la nutrición y los distintos ritmos biológicos del organismo que determinan actividades fisiológicas tan diversas como la tasa metabólica, la actividad hormonal de la insulina y el glucagón que regulan el metabolismo de los hidratos de carbono, de la hormona de crecimiento o GH y su papel en la utilización de los aminoácidos, o del cortisol y su acción en el metabolismo de los macronutrientes, entre otros. También describen que la tolerancia a la glucosa se modifica según el momento del día, así como el movimiento intestinal e, incluso, la concentración de determinados compuestos como los neurotransmisores serotonina y melatonina, que regulan el ánimo y el sueño.

Los científicos trabajan desde hace décadas en determinar con más exactitud el efecto fisiológico de la comida según el momento en que se ingiere, la cantidad que se consume y su composición nutritiva. El objetivo es mejorar la eficacia de las dietas en las enfermedades de mayor impacto en los países desarrollados, como son las dislipemias (alteración en los niveles normales de lípidos plasmáticos, sobre todo colesterol y triglicéridos), hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad o cáncer. La cronobiología también puede conducir a una mejor respuesta orgánica en personas sanas traduciéndose en una mejor concentración, memoria y un sueño más reparador en los trabajadores a turnos, entre otros aspectos. La clave se halla en adaptar y adecuar el ritmo de las comidas y su composición, así como el ritmo de vida, a los biorritmos individuales. Se puede decir que hay un momento óptimo para desempeñar las diversas funciones: comer, hacer la digestión, dormir, crecer, ejecutar tareas de concentración y memorización, etc.

Cuándo comer y qué comer

Si bien en la mayoría de los países desarrollados se realizan, en mayor o menor medida, un mínimo de tres comidas diarias, las últimas investigaciones esclarecen cuestiones relativas a cuándo comer y qué comer.

1. De día: nutrientes energéticos

Diversos estudios sobre la tolerancia a la glucosa y la actividad de la insulina en el organismo humano en sujetos sanos muestran una mayor sensibilidad de las células a la insulina y una mayor actividad de dicha hormona durante el día. Esto se ha comprobado en numerosos ensayos que han medido la tolerancia oral a la glucosa (TOG), muchos de ellos en mujeres embarazadas, a quienes se analiza de manera sistemática para descartar la diabetes gestacional. En condiciones normales de salud, la tolerancia de las células a la glucosa disminuye por la tarde o al anochecer respecto a la mañana. Este dato es determinante para diagnosticar con precisión la diabetes; elaborar la prueba por la tarde podría dar "falsos positivos". Ante estos resultados, se considera que en condiciones normales el organismo metabolizará mejor durante el día los nutrientes energéticos, como los carbohidratos que precisan de la insulina.

Las recomendaciones dietéticas de desayunar con pan o cereales están justificadas porque responden a la acción fisiológica descrita de óptimo aprovechamiento de los carbohidratos para la obtención de energía. De la misma manera, en el almuerzo se deberían incluir alimentos energéticos, sobre todo en forma de carbohidratos complejos como arroz, pasta, legumbres, pan y patatas, así como las versiones integrales de estos alimentos.

2. noche: nutrientes plásticos

Los estudios realizados en humanos sugieren que los aminoácidos (unidades básicas de las proteínas, nutrientes abundantes en carnes, pescados y huevos) se asimilan en mayor medida por la noche. Mientras dormimos se produce una mayor secreción de la hormona de crecimiento (somatotropina o GH) y de neurotransmisores como la melatonina.

La GH genera la liberación de ácidos grasos del tejido adiposo, lo que favorece la conversión de estos compuestos en acetilconenzima-A, compuesto empleado por las células como fuente energética, con lo que se preserva el uso de las reservas de glucógeno (carbohidrato) y proteínas del músculo. Además, esta hormona ayuda a la recuperación y el crecimiento (anabolismo) de las células musculares para inducir el uso de los aminoácidos con este fin. De ahí que el objetivo actual de muchas investigaciones sea conocer con certeza hasta qué punto la selección de alimentos de la cena puede optimizar la función de la hormona de crecimiento en la estimulación del uso de las grasas y en su papel anabólico, aspectos relevantes para incrementar la masa muscular y la pérdida de grasa corporal. Estos hallazgos son muy importantes para mantener un mejor control del peso y de los lípidos sanguíneos y, en nutrición deportiva, para optimizar el desarrollo muscular, sobre todo en aquellos deportes donde el porcentaje de masa grasa corporal y de peso determina la categoría profesional.

La hipoglucemia favorece la secreción de hormona de crecimiento. Es por ello que relegar los alimentos proteicos para la noche y prescindir (o no abusar) de los ricos en carbohidratos (que aumentan la glucemia) puede redundar en un beneficio fisiológico.

Al mismo tiempo, los alimentos proteicos, en su justa medida, favorecen la síntesis de melatonina, un neurotransmisor reconocido por su papel en la inducción de un sueño más profundo y reparador. La melatonina se sintetiza a partir de la serotonina, y ésta a partir de triptófano, un aminoácido abundante de manera natural en alimentos proteicos como leche, carne de pollo y los pescados. Son numerosas las investigaciones relativas al papel de los suplementos de melatonina para regular y normalizar el sueño en personas con trabajos rotativos, en ancianos que tienden al insomnio e, incluso, en quienes sufren de jet lag.

La hora de comer y el peso corporal

"Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo". Este refrán popular tiene su sentido si se aplica la cronobiología y la nutrición en relación al control del peso corporal. La diferencia entre la ganancia y la pérdida de peso en las personas está determinada por el momento del día en que se consume una comida, más allá de su valor energético.

Ya en la década de los 70, el científico Franz Halberg, conocido como fundador de la cronobiología moderna, comprobó en sus diversos estudios en la Universidad de Minnesota (EE.UU.) que la distribución de la ingesta de los macronutrientes a lo largo del día influía en el peso corporal. Según los resultados de sus investigaciones, quienes tomaron una única comida de 2.000 calorías (en una proporción del 50% de hidratos de carbono, 15% de proteína, 35% de grasas) por la mañana perdieron en una semana entre uno y dos kilos de peso, mientras que quienes consumieron la misma comida con las mismas calorías por la tarde se mantuvieron en el mismo peso, e incluso ganaron kilos. Resultados más precisos se han hallado en posteriores investigaciones llevadas a cabo en distintos grupos de población con exceso de peso como la que desarrollaron investigadores del 'Western Human Nutritition Research Center' de San Francisco (Estados Unidos) en mujeres obesas, donde se observó una mayor pérdida de peso -aunque no tanto de grasa- en mujeres que concentraron la comida por la mañana respecto a las que comieron las mismas calorías a media tarde que, aunque no perdieron tanto peso, sí perdieron más masa. Estos resultados coinciden también con la investigación elaborada en sujetos obesos desde el Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Chieti, en Italia.

Respetar los ritmos biológicos

Las personas ya no nos alimentamos tanto porque sentimos hambre. El tiempo dedicado a la comida está determinado o muy condicionado por los hábitos sociales, el ritmo laboral, los turnos de trabajo, la conveniencia y la convivencia, además de otros condicionantes culturales, religiosos o de ocio.

No respetar aquello que nos pide el cuerpo como comer, dormir o descansar pasa factura y sus consecuencias orgánicas se hacen notar: insomnio, falta de atención y concentración, cansancio, depresión, además de acentuar enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad, entre otras. Por este motivo, el hecho de que la hora de la comida tenga importantes efectos sobre el organismo apoya la propuesta de que la alimentación y la nutrición óptimas requieren la consideración no sólo de qué alimentos se consumen, sino también de cuándo se ingieren.

 

 
Hay diferentes ciclos que regulan ciertos órganos y sus funciones. Por ejemplo, la hora del estómago es la hora del desayuno o primera comida que sirve para dar impulso en la realización de las ocupaciones o tareas diarias.

Las de los pulmones entre 3 y 5 a.m. Las del intestino grueso entre 5 y 7 a.m. Las del estómago entre 7 y 9 a.m. Las del bazo páncreas entre 9 y 11 a.m. Las del corazón entre 11 a.m. y 1 p.m. Las del intestino delgado entre 1 y 3 p.m. Las de la vejiga entre 3 y 5 p.m. Las del riñón entre 5 y 7 p.m. Las de la circulación sexualidad entre 7 y 9 p.m. Las de la vesícula biliar entre 11 p.m. y 1 a.m. y las del hígado entre 1 y 3 a.m.

Estos ciclos se basan en funciones corporales ya que hay una energía específica que recorre el cuerpo y se distribuye en forma horaria. Dicha energía comienza recorriendo el meridiano del pulmón, pues la vida se manifiesta con el primer grito del recién nacido; luego sigue el meridiano del intestino grueso, y así una a una se van presentando las funciones de los órganos y sus relaciones psicológicas.

Muchas de las funciones vitales del organismo son dirigidas por sistemas muy complejos, donde células y otras sustancias "obedecen" y "siguen el ritmo" de un mecanismo preciso y constante. Esto es lo que se conoce como el reloj biológico humano, el cual, si llega a fallar, puede ocasionar trastornos de comportamiento: sueño, depresión, pérdida de la memoria y cansancio, entre otros.

El reloj biológico es un sistema capaz de generar un orden temporal en las actividades del organismo, oscila con un período regular y utiliza las oscilaciones como referencia temporal interna. La mayoría de los relojes biológicos funcionan con un ciclo de 24 horas, conocido como ritmo cicardiano que ayuda al organismo a distinguir entre el día y la noche. Observar y comprender estas oscilaciones del ritmo y sus efectos en los procesos biológicos, mentales y emocionales lleva al ser humano a conocerse a sí mismo mucho mejor y a vivir en equilibrio con su entorno natural.

A continuación brindamos una guía sobre el reloj biológico del cuerpo y las funciones que se llevan a cabo en los diferentes horarios:

De las 09.00 pm - 11.00 pm.
Es el horario en el que cuerpo realiza actividades de eliminación de químicos innecesarios y tóxicos (desintoxicación) mediante el sistema linfático de nuestro cuerpo.
Este horario de la noche debe utilizarse para encontrar un estado de relajación, escuchando música, por ejemplo.

Generalmente a esta hora las mamás realizan actividades tales como limpiar la cocina y monitorear que todo esté listo para la actividad del día siguiente, etc.
Actividades como estas inhiben la relajación lo que genera un efecto negativo para la salud.

De las 11.00 pm. a 01.00 am.
El cuerpo realiza el proceso de desintoxicación del hígado, e idealmente debe ser procesado en un estado de sueño profundo.

Durante las primeras horas de la mañana 1 a 3 am: desintoxicación de la vesícula biliar, idealmente debe suceder también en un estado de sueño profundo.

Temprano en la mañana 03.00 am. a 05.00 am.
Desintoxicación de los pulmones.
Es por esto que en ocasiones en este horario se producen accesos severos de tos.

Cuando el proceso de desintoxicación ha alcanzado el tracto respiratorio es mejor no tomar medicamentos para la tos ya que interfieren en el proceso de eliminación de toxinas.

Mañana de 05.00 am. a 07.00 am.
Desintoxicación del colon, es el horario de ir al baño a vaciar el intestino.

Durante la mañana de 07.00 am. a 09.00 am.
Absorción de nutrientes en el intestino delgado, es el horario perfecto para tomar el desayuno.
Si estás enfermo el desayuno debes tomarlo más temprano: antes de las 6:30am.

El desayuno antes de las 7:30am es benéfico para aquellos que quieren mantenerse en forma.
Quienes siempre se saltan el desayuno, deben procurar cambiar el hábito, siendo lo menos dañino realizarlo entre las 09:00 am. y 10:00 am. en lugar de no hacerlo por completo.

Dormirse tarde y despertar tarde interrumpirá el proceso de desintoxicación de químicos innecesarios de tu organismo.

Además de eso debes tener en cuenta que de las 12:00 a las 4:00 am es el horario en el que la médula ósea de tus huesos produce la sangre, así es que procura dormir bien y no te acuestes tarde.

Recuerda que la mayor parte de enfermedades que sufrimos los hispanos se pueden prevenir comiendo saludablemente, haciendo ejercicio y desarrollando una vida espiritual plena.

Nutritivas, equilibradas, ligeras y deliciosas...Así son las ensaladas que te proponemos para que te cuides.

Las ensaladas son el plato estrella en primavera y verano, cuando el cuerpo te pide alimentos más frescos y ligeros. Además, son una forma excelente de depurar el cuerpo y ayudarle a perder las grasas acumuladas durante el invierno. Te presentamos cinco ensaladas deliciosas, sanas, originales y muy fáciles de preparar que pueden servirte como plato único. Llévatelas al trabajo o tómalas para cenar.

Lunes: Ensalada de lentejas con naranja

Te proponemos una ensalada de legumbres para empezar la semana con energía. La naranja le añade las vitaminas y el toque exótico a un alimento tradicional.

  • Ingredientes: 1 bote de lentejas cocidas; 2 naranjas; 1 pimiento verde o rojo; 1 cebolla; 1 tomate; 3 cucharaditas de aceite de oliva, vinagre, sal y 1 cucharadita de mostaza de Dijon.
  • Preparación: pica muy pequeño el pimiento, el tomate y la cebolla. Pela la naranja y sepárala en gajos. Mezcla las lentejas con las verduras y aliña con una vinagreta hecha con un poco de mostaza. Decóralo colocando los gajos de naranja alrededor de las lentejas.
  • Truco estrella: utiliza para la vinagreta vinagre de vino.

Martes: Ensalada de espinacas, frutos secos y miel

Los frutos secos y la miel le añaden a esta ensalada el toque de sabor y la energía que necesitas.

  • Ingredientes: 1 bolsa de hojas de espinaca frescas; nueces peladas y pasas; 1cucharada de miel; aceite de oliva, sal y vinagre.
  • Preparación: lavar las espinacas y colocarlas en una fuente con las nueces peladas y las pasas. Hacer una vinagreta con el aceite, sal, vinagre y una cucharada de miel y mezclar con las espinacas.
  • Truco estrella: Calienta un poco la vinagreta en el microondas antes de echársela a las espinacas.

Miércoles: Ensalada de pasta y bonito fresco

La receta de pasta de Arguiñano, no puede faltar en tu menú semanal.

  • Ingredientes: 250 gr. de espirales; 250 gr. de bonito o atún fresco; 1cebolleta; 1 diente de ajo; pepinillos; vinagreta: 1 tomate, 1 pimiento verde, aceite de oliva, vinagre y sal.
  • Preparación: cocer la pasta, pasar por agua fría y reservar. Desmenuzar el bonito o cortarlo en tacos y salpimentar. Saltearlo en una sartén con el diente de ajo cortado en láminas y una cucharada de aceite de oliva. Vinagreta: pica fino el tomate y el pimiento y mézclalo con el aceite, vinagre y sal. Coloca la pasta en un bol, pon el bonito por encima y aliña con la vinagreta. Espolvorea con perejil picado.
  • Truco estrella: si estás a dieta sustituye el bonito salteado por atún de lata al natural.

Jueves: Ensalada verde con huevo

Hoy te toca una ensalada muy refrescante pero muy nutritiva, saciante y completa gracias a su ingrediente estrella: el huevo.

  • Ingredientes: lechuga, judías verdes cocidas, 3 huevos cocidos; aceitunas negras; 1 lata de atún al natural; aceite de oliva, vinagre de vino, sal y pimienta.
  • Preparación: lavar y escurrir la lechuga. Cocer las judías verdes y los huevos. Preparar la vinagreta. Colocar en un recipiente todos los ingredientes, aliñar y añadirle un toque de pimienta recién molida.
  • Trucos estrella: aprovecha el agua de las judías verdes para cocer los huevos.

Viernes: Ensalada roja

Para terminar la semana te proponemos una atrevida mezcla de sabores en una ensalada muy original.

  • Ingredientes: 200 gr. de fresas; 2 endivias; salmón ahumado; 150 gr. de gambas o langostinos cocidos; 150 gr. de queso fresco; alcaparras; 2 cucharaditas de miel; aceite de oliva, sal y vinagre de Módena.
  • Preparación: Limpiar y trocear las fresas y las endibias y poner en una fuente. Pelar y trocear los langostinos o las gambas y colocar por encima. Añadir el queso y el salmón troceado. Vinagreta: batir el aceite, vinagre y sal con las dos cucharaditas de miel y añadir.
  • Truco estrella: si sustituyes el queso fresco por queso de cabra el resultado es espectacular.

Cuidado con los aderezos

Condimente sus ensaladas con aderezos sin grasas o reducidos en grasas. Si está utilizando un aderezo con alto contenido graso, reduzca los alimentos grasos de la comida, principalmente los provenientes de carnes y lácteos, elíjalos magros o desnatado.

Dos cucharadas de mayonesa contienen 150 kcal. El contenido en calorías de los aceites vegetales también es alto: 2 cucharadas de aceite utilizadas para condimentar aportan 180 kcal, pero con la ventaja de ser grasas de origen vegetal ricas en ácidos grasos poliinsaturados o monoinsaturados, los cuales tienen un efecto favorable sobre la salud ya que contribuyen a reducir el colesterol sanguíneo y son una fuente muy importante de vitamina E, vitamina con importante función antioxidante.

¿Qué nos brindan las ensaladas?

Las frutas y vegetales, ingredientes principales en las ensaladas, nos brindan una comida de baja densidad calórica y nutritiva. Los vegetales preparados sin el agregado de grasas son los alimentos de menor densidad calórica de todos los grupos de alimentos. Además son alimentos cargados de nutrientes.

Las ensaladas nos brindan una manera sana de aumentar el volumen de nuestras comidas, aportándonos gran variedad de vitaminas y minerales, sólo recuerde que debe controlar los aderezos.

 

Las frutas y verduras recién exprimidas son uno de los alimentos más nutritivos que podés incluir en la dieta.

Los jugos o zumos recién exprimidos son uno de los alimentos más nutritivos y completos que podés incluir en la dieta.

Rápidos de asimilar y absorber, los jugos naturales son una excelente fuente de vitaminas y minerales, en especial de betacarotenos, vitamina C y potasio.
Con la ayuda de las vitaminas - A, E y C- , el cuerpo lucha contra los radicales libres. Y los cítricos, kiwi, frutilla y verduras de hojas verde encabezan las legiones antioxidantes. Para que sean más eficaces, lo mejor es consumirlos recién hechos porque la vitamina C, al ponerse en contacto con el oxígeno pierde algunas de sus propiedades.

Si estás haciendo una dieta hipocalórica - para bajar de peso- es preferible que comas las hortalizas o frutas enteras porque al exprimirlas disminuyen el porcentaje de fibra. En cambio, enteritas aportan las mismas calorías pero conservan intacta la porción fibras, éstas son irremplazables ya que brindan sensación de saciedad y mejoran el funcionamiento intestinal además de ayudar a bajar el colesterol.

Si de beneficios se trata, la lista es larga. Los jugos limpian el cuerpo desde adentro. Contienen sustancias bioactivas que aportan su granito en la prevención de afecciones cardíacas, cerebrales y diferentes tipos de cáncer. Mejoran la vista, el trabajo muscular - incluyendo el corazón, el funcionamiento renal e intestinal y previenen la hipertensión arterial. La piel luce sana, las uñas más fuertes y el pelo más brillante. ¿Te parece poco?

Un ejemplo de como tomar jugos para bajar de peso

  1. En ayunas tomaremos una infusión depurativa.
  2. Al cabo de 30 minutos tomaremos un vaso del zumo de piña y pomelo. Es importante tomar los zumos muy poco a poco, ensalivando bien cada sorbo si queremos que nos sienten bien, que sacien nuestro apetito y que nos ayuden, por tanto, a bajar de peso.
  3. A media mañana podemos tomar otro vaso.
  4. A mediodía podéis tomar un plato de arroz integral con verduras, una cucharadita de sésamo por encima y un puñado de germinados de soja (soya) Es un plato nutritivo, completo y que a la vez también colaborará a ayudaros a bajar de peso. A media tarde tomar otro vaso del zumo.
  5. Por la noche tomaremos uno o dos vasos del zumo y una infusión depurativa antes de ir a dormir.
  6. Es bueno también ir bebiendo agua entre horas.

Los unos... y los otros

Los jugos envasados son una alternativa práctica de la vida moderna. Pero por más parecidos, no son iguales a los hechos en casa. Muchos nutrientes quedan en el camino durante el proceso de pasteurización.
Los naturales aportan vitaminas y minerales mientras que los últimos, suman calorías y azucares. Todas las marcas del mercado poseen entre 80 y 90 por ciento de agua y solo un promedio del 10 por ciento de la fruta real. Antes de comprar leé detenidamente las etiquetas para saber si el producto es diet o no.

Te explicamos porqué. En los alimentos Diet, los azucares son reemplazados por edulcorantes naturales o artificiales. La cuestión es que, hecha la ley hecha la trampa. Muchos productos reemplazan la sacarosa (azúcar) por otro tipo de hidrato de carbono simple que, en definitiva, aporta las mismas calorías que el azúcar. Y en muchos casos, se les agrega además, conservantes diet que aportan pocas calorías a la dieta y casi ningún nutriente esencial.

Guía de jugos

A continuación encontrarás algunas recetas para que las incluyas en tu dieta diaria:

Licuado Mañanero
2 naranjas grandes
1/2 docena de uvas rojas
6 fresas/frutillas congeladas
1/2 banana
Primero exprime las naranjas, luego pon el jugo en la licuadora, junto a los demás ingredientes. Mezcla todo y sirve.

Jugo con sandía
2 tazas de sandía fría cortada en cubos
2 tazas de melón frío cortado en cubos
1/2 cucharadita de jengibre fresco
Primero se pela el jengibre, se corta en trozos y se lleva a la licuadora, junto a la sandía y el melón. Se licúa todo.

Licuado ácido de frutilla
1/2 taza de fresas congeladas
1 taza de jugo de naranja
2 cucharaditas de jugo de limón fresco
Pon todos los ingredientes en la licuadora y mezcla.

Jugo purificador de zanahoria
4 zanahorias grandes
1 tallo de apio
1 manzana
1 puñado de espinaca

Jugo de medio limón (opcional)
Mezcla todos los ingredientes en la licuadora y bébelo fresco, para evitar el sabor amargo del jugo de limón al oxidarse.

Jugo de piña y pomelo
Licuar dos rodajas bien gruesas de piña sin quitar el corazón o parte central y medio pomelo grande. Lo más importante de este jugo es que hemos de conseguir siempre piñas o ananás que estén bien dulces.

Dieta de jugo de papaya, piña y tamarindo

La dieta de los jugos tiene el objetivo de quemar grasa y poder perder peso al mismo tiempo. Consiste en tomar jugos naturales de frutas como la papaya, la piña y el tamarindo, las cuales tienen las propiedades necesarias para movilizar o quemar los depósitos de grasa.

La papaya es una planta originaria de América y su jugo contiene papaína, enzima similar a la pepsina que produce el sistema digestivo humano y que se requiere para aprovechar al máximo las proteínas y mejorar el proceso digestivo. También aporta vitaminas A y C, calcio, hierro, magnesio, zinc, carbohidratos, y es fuente de betacarotenos (al igual que otras frutas de pigmentación anaranjada, como la zanahoria), que ayudan a prevenir el daño causado en la piel por los radicales libres, lo cual se manifiesta en forma de arrugas.

La piña por su parte es rica en minerales y contiene al menos 18 aminoácidos (pilares de la nutrición), más una enzima proteolítica llamada brío melina, que actúa como antiinflamatoria y diurética. El jugo de piña agiliza el proceso digestivo y es un excelente remedio para las afecciones de la garganta y difteria, gracias a sus propiedades antibióticas.

El tercer miembro de la dieta es el tamarindo, rico en potasio y en menor medida en sodio, hierro, calcio, magnesio y vitamina C. Algunos de sus ácidos componentes (hidrocítico, succínico y tartárico) bloquean la acción de las células receptoras de grasa.

Dieta sin perder Energía
A lo largo de la dieta, no se consumirá ningún otro tipo de alimentos, ya que dichas frutas proporcionarán el aporte necesario de vitaminas, fibra, minerales, aminoácidos e hidratos de carbono para brindarle al cuerpo la energía que requiere. No obstante, esta dieta no debe prolongarse más de tres días, ya que las frutas mencionadas carecen de proteínas, lo cual puede acarrear algunos problemas al organismo, como debilitamiento y alteraciones nerviosas.

Para no sufrir estragos es importante que a lo largo de este período de tres días, se ingieran suplementos alimenticios ricos en vitaminas B y C, además de beber diariamente dos litros de agua (preferentemente mineral) para evitar la deshidratación de los tejidos, así como realizar ejercicio físico en sesiones ligeras.

También es recomendable que una semana antes del inicio de la dieta beba jugo de cualquiera de las frutas señaladas, o un concentrado de todas ellas, durante la cena. De esta forma, condicionará al organismo para que se acostumbre y que no resienta los efectos de este régimen alimenticio.

Durante la dieta, a partir del primer día se debe tomar 1 litro, 250 ml diarios (equivalente a cinco tazas por día) de la mezcla de los jugos de piña, papaya y tamarindo (para éste ultimo se recomienda utilizar un extractor) repartidos en cinco tomas iguales de 250 ml: una en el desayuno, otra, diluida en 1/2 litro de agua para consumir a lo largo de la mañana; una más en la comida y de igual forma en merienda y cena.

Una vez concluida la dieta, es importante reiniciar la alimentación con productos blandos para no forzar el proceso digestivo (verduras y pollo cocido, cantidad mínima de grasa, carne asada, etcétera). Es igualmente relevante mantener el consumo de los mismos jugos, por un mes, ya que sólo así el organismo recuperará su funcionamiento normal.

Finalmente, para mantener óptimos resultados durante más tiempo debe olvidarse por completo de dulces y harinas refinadas (pan dulce, pastas), así como alcohol y carnes con grasa excesiva, limitar los derivados lácteos (exceptuando queso panela y yogurt) y hacer ejercicio físico. Algo más, es conveniente repetir la dieta tres meses después de haberla concluido, siguiendo nuevamente cada una de las indicaciones.


Sabado 04 de Diciembre 2010

Según un estudio nutrigenómico realizado por la Universidad de Barcelona, el café es capaz de reducir el nivel de ATF2, una proteína que aumenta el estrés celular y que favorece el crecimiento de los tumores cutáneos


Madrid (4/9-12-10).- Según los resultados del 'Estudio nutrigenómico del efecto de compuestos polifenólicos del café en células tumorales humanas', realizado por el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona como proyecto de investigación ganador de la I Beca Café, salud y nutrición, el consumo diario de una taza de café puede modular el sistema inmunitario y proteger ante el cáncer de colon y de mama. Los datos extraídos de la investigación se vienen a sumar a las evidencias científicas existentes en torno al papel protector que el consumo moderado y habitual de café podría desempeñar frente a algunos tipos de cáncer.

Para la realización de este estudio in vitro se trataron modelos celulares de cáncer de colon y mama con concentraciones de ácido caféico y ácido clorogénico equivalentes a la ingesta diaria de una taza de café, ya que había evidencias científicas previas sobre el poder antioxidante de estos compuestos polifenólicos del café.

Los autores del estudio constataron que los ácidos caféico y clorogénico, así como el café soluble instantáneo, no sólo no tienen un efecto tóxico sobre las células en concentraciones correspondientes a una taza de café al día, sino que incluso tienen un aparente carácter protector ante los genes implicados en la respuesta inmunitaria y en la biología del cáncer.

Del estudio se desprende que estos compuestos polifenólicos del café modulan la expresión del gen STAT5B, que regula la vía de señalización de la prolactina, una hormona con carácter inmunoprotector en el desarrollo de los linfocitos B. En lo referente a la prevención del cáncer, la investigación demuestra que el café es capaz de reducir el nivel de ATF2, una proteína que aumenta el estrés celular y que favorece el crecimiento de los tumores cutáneos.

El estudio ha sido realizado por Carlota Oleaga, ganadora de la I Beca Café, salud y nutrición, otorgada por la Federación Española del Café y la Fundación Española de la Nutrición en 2008. Carlota Oleaga es licenciada en Farmacia por la Universidad de Barcelona y miembro del Grupo de Investigación Nutrigenómica de la misma. El proyecto de investigación ha sido dirigido por María Izquierdo Pulido, profesora titular de Nutrición y Bromatología, y Verónica Noé Mata, profesora agregada de Bioquímica y Biología Molecular, ambas de la facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona.

Viernes 3 de Diciembre 2010

Madrid (3- 12-10).- Investigadores de la Escuela de Medicina Johns Hopkins publican en la revista Ophthalmology los resultados de un estudio en el que recopilaron información sobre el consumo de alimentos con detalles sobre la ingesta de pescado y marisco con un cuestionario completado por 2.391 participantes de entre 65 y 84 años que vivían en la costa este de Maryland (Estados Unidos).

Tras la evaluación de la dieta también se evaluó la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Aquellas personas sin DMAE se clasificaron como controles (1.942 personas), 227 tenían DMAE incipiente, 153 tenían la fase intermedia de la enfermedad y 68 la padecían en su forma avanzada. En este último grupo, el área macular de la retina mostraba un crecimiento anormal de vasos sanguíneos o una condición denominada atrofia geográfica. Ambos trastornos dan lugar a ceguera o pérdida grave de la visión.

Según explica Sheila K. West, directora del trabajo, este estudio corrobora descubrimientos previos de que la ingesta de pescado y marisco ricos en omega 3 podría proteger contra la DMAE. Mientras los participantes en todos los grupos, incluyendo los controles, tomaban al menos una ración de pescado o marisco a la semana, quienes tenían DMAE avanzada eran menos propensos a consumir alimentos marinos ricos en omega 3.

El estudio también examinó si el zinc procedente del consumo de crustáceos y ostras tenía algún impacto sobre el riesgo de DMAE avanzada pero no se descubrió ninguna relación. Se considera que el zinc también protege contra la DMAE. La doctora West apunta que el estudio no descubrió efecto alguno porque los niveles de zinc obtenidos de los alimentos marinos eran bajos en comparación con los niveles que se alcanzan cuando se toman suplementos.

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