Un estudio austríaco en un modelo animal demuestra que la hipercolesterolemia crónica causa pérdida de memoria, inflamación, disfunción colinérgica y un aumento de beta-amiloide en la zona cortical.
Una dieta rica en colesterol produce daños cerebrales similares a los de la enfermedad de Alzheimer, según un estudio realizado en ratas por investigadores del Laboratorio de Psiquiatría e Investigación Experimental en Alzheimer de la Universidad Médica de Innsbruck, Austria, publicado en la revista Molecular and Cellular Neuroscience.
Esta investigación fue liderada por el doctor Christian Humpel en colaboración con los estudiantes de su laboratorio Celine Ullrich y Michael Pirchl. Su objetivo era estudiar los efectos de la hipercolesterolemia en ratas adultas, para lo que alimentaron a ratas macho de seis meses de edad con comida normal (grupo de control) o con una dieta con un 5% más de colesterol (hipercolesterolemia).
Después de cinco meses, los investigadores buscaron en estos animales posibles daños conductuales y marcadores patológicos similares a los que se dan en el cerebro de los pacientes con Alzheimer. Los resultados demostraron que la hipercolesterolemia crónica causa pérdida de memoria, inflamación, disfunción colinérgica y un aumento de la proteína beta-amiloide en la zona cortical, todos ellos síntomas similares a los del Alzheimer.
A pesar de que los últimos datos van en la misma línea y varios estudios recientes han demostrado que el colesterol puede participar en el desarrollo del Alzheimer -desde que esta enfermedad se ha catalogado como una patología compleja y heterogénea-, estos datos no permitían llegar a la conclusión de que el colesterol solo es responsable de esta enfermedad.
Sin embargo, se puede especular con que los daños crónicos en el cerebro causados y potenciados por diferentes factores de riesgo vascular -entre los que se incluye el colesterol- pueden contribuir a la aparición de esta patología.
Futuros estudios deben determinar cómo leves sangrados microvasculares crónicos, ictus silentes y daños leves en el cerebro durante décadas pueden jugar un papel en el desarrollo de esta enfermedad. Diversos datos avalan la hipótesis de que el Alzheimer, una enfermedad que en 2025 podrían sufrir 80 millones de personas en todo el mundo, es, en realidad una enfermedad vascular.
Leave a comment