Es posible mejorar la salud e incrementar la belleza, sin necesidad de gastar miles de pesos en cremas o cosméticos, todo gracias al consumo de frutas y verduras, especialmente de temporada.
La gran variedad de frutas que hay nos permite mantener una alimentación saludable y aunque es mejor comerlas enteras o cortadas, los jugos son una buena alternativa para obtener las vitaminas y minerales necesarios.
Los expertos en nutrición recomiendan los jugos ciento por ciento naturales, sin azúcar adicionada, ni aditivos; de preferencia evitar colarlos para mantener la fibra de la fruta o el vegetal y consumirlos a más tardar 20 minutos después de elaborados, porque pierden sus propiedades y sólo proporcionan azúcares.
Para evitar subir de peso se recomienda tomar tan sólo 3/4 de vaso de jugo, lo cual equivale a una porción mediana de fruta.
Los pediatras aconsejan dárselos a los niños cuando ya puedan tomar líquidos en taza, y en el caso de los adultos mayores con problemas de dentición, los jugos son excelentes.
El verano nos los ofrece
Piña: Es una fuente de fibra, vitamina A y C, además de minerales como el potasio y, si de bajar de peso se trata, esta fruta posee una enzima digestiva que se conoce como bromelina que ayuda a la digestión.
También tiene efectos antibacteriales y antiinflamatorios. Se recomienda para pacientes con diarreas estivales (de verano), infecciones gastrointestinales y digestiones pesadas.
Ciruela: Optimiza el metabolismo de los carbohidratos, reduce el estrés, evita bacterias en el organismo, refuerza el sistema inmunológico y permite eliminar líquidos.
Melón: Sabroso en agua, éste ejerce una acción revitalizante y rejuvenecedora de huesos, dientes, piel, ojos, uñas y cabello, protege el ataque de bacterias y virus; desintoxica los tejidos del cuerpo, neutraliza los efectos de los triglicéridos y del colesterol en sangre.
Durazno: Aunque no es muy frecuente hacer jugo en casa, esta fruta es rica en potasio, mejora el sistema inmune, propicia un corazón saludable y reduce el riesgo de cáncer.
Papaya: Rica en vitamina A y D. Es muy buena por las propiedades que facilitan la digestión, gracias a su alto contenido de papaína. Se utiliza en el tratamiento de úlceras, difteria, fiebres y como antiinflamatorio. Se recomienda para tener una piel lozana, por ello se emplea en la industria cosmética.
Jitomate: Fundamental en la elaboración del gazpacho, previene la obstrucción arterial, favorece la calidad del sueño y la digestión; es rico en licopeno y un excelente antioxidante.
Apio: Presente en el ya tan popular jugo de piña y nopal, esta verdura limpia los riñones, desinflama los conductos urinarios y mejora el funcionamiento del hígado.
Ajo: Aunque no es frecuente en jugos, se puede emplear en infusiones o ingerirlo como si fuera una cápsula, pues tiene un alto efecto antibiótico frente a bacterias, hongos y virus.
Se emplea para combatir la tos, la gripe, infecciones intestinales, vaginales, dermatológicas; disentería, micosis por hongos, toxoplasmosis y enfermedades cardiovasculares.
Cebolla: Aunque se encuentra todo el año, es característica de esta temporada, la cual ofrece efectos antibacterianos, hipotensores y cardiosaludables.
El jugo de cebolla con miel sirve para las infecciones respiratorias. Cruda ataca la tos y se recomienda utilizar para problemas cardiovasculares, de diabetes y de mala circulación.
Sandía: Rica en vitamina A, B3, B6, C, magnesio, potasio, hierro y fósforo, ofrece beneficios para el corazón, la función de la memoria y beneficia el tracto urinario.
Leave a comment