El mejor tratamiento para curar los orzuelos
Comunes pero molestas, estas protuberancias al borde de los párpados suele doler y afear los ojos. Aquí le decimos por qué se producen y cómo curarlos
Muchas veces, al mirarnos al espejo, vemos una inflamación del párpado, que no sabemos a qué atribuir. Sólo se trata de un orzuelo, un quiste sebáceo agudo que puede aparecer esporádicamente en nuestros ojos.
¿Quiere saber por qué se forman?
En el párpado, tenemos tres tipos de glándulas sebáceas que son las que producen el líquido o la grasa de los ojos. Anatómicamente, suelen desarrollarse en las glándulas de Zeiss o de Moll, o bíen se producen en la glándula de Meibomio.
Las glándulas de Meibomio (las m importante ) es la que segrega la capa grasa de la lágrima, que impide su evaporación y la sequedad ocular.
La misma desemboca en la base de las pestañas (donde las mujeres se colocan el delineador). Y es allí, justamente, donde suelen alojarse ciertos gérmenes de la piel -estafilococos- que forman un tapón, por lo que la glándula se tapa y se hincha: así se forma el orzuelo.
Según los oftalmólogos, existen orzuelos externos (cuando el orificio de drenaje del mismo da hacia afuera del párpado) o internos (si el mismo se produce hacia adentro del ojo). Anatómicamente, los primeros suelen desarrollarse en las glándulas de Zeiss o de Moll, mientras que los segundos se producen en la glándula de Meibomio. Al haber veinticinco glándulas de Meibomio por párpado (cien entre los dos ojos), Podemos decir que existen grandes probabilidades de que los orzuelos tengan un origen interno.
Por qué aparecen
La causa de la aparición de los orzuelos suele deberse a una debilidad orgánica que produce un descenso de las defensas, lo cual repercute inmediatamente en una proliferación de los gérmenes que tapan las glándulas oculares. Así, se produce la blefaritis, una inflamación de las glándulas locales, que es la que genera la formación de orzuelos.
Las debilidades que generan las llamadas congestiones palpebrales (de los párpados) pueden tener un origen general (anemia, gripe o estrés) o bien producirse por motivos locales del ojo (miopía, hipermetropía o astigmatismo sin un debido control).
Los orzuelos pueden aparecer en cualquier época de la vida. Sin embargo, tienen reacciones y causas especiales de acuerdo a la edad en que surjan.
* En los chicos suelen desencadenarse por un mal control de enfermedades de la visión (miopía, astigmatismo, etc).
* En adultos suelen aparecer por no utilizar los lentes cuando es debido o en los primeros estadios de la presbicia, al intentar esforzar la visión en demasía.
Los principales síntomas
En este campo, también podemos hablar de notorias diferencias entre los chicos y los mayores, ya que en los niños el orzuelo suele aparecer como un pequeño y aislado grano rojo en el párpado que al presionar, causa dolor (en ciertas partes del ojo, y no en todo el párpado), y está acompañado de secreción, molestias y lagrimeo. En los niños, los síntomas son mucho más extendidos que en los adultos, ya que el orzuelo suele asociarse con una reacción de tipo alérgica que genera una gran inflamación en todo el ojo. Así, en los niños se ve el ojo inflamado como si hubiesen recibido un golpe, mientras en los adultos la reacción más común suele ser un pequeño bulto que aparece en el párpado superior o inferior, que puede o no tener boca u orificio de drenaje y que también se caracteriza por dolor junto a una pequeña hinchazón.
¿Y el anillo de oro?
Al ver una inflamación, lo primero que muchos hacen es colocar hielo para que la hinchazón ceda. Pero éste es un gran error, ya que la base de todo tratamiento contra los orzuelos debe ser el calor. El mismo hace que el orzuelo madure, se abra y la grasa que tiene adentro salga espontáneamente. El procedimiento es sumamente sencillo y no posee complicaciones colaterales.
Pese a lo que muchos suponen, al abrir el orzuelo no suele salir pus ni se infecta más el ojo, ya que lo que predomina en la su constitución es la grasa y no los gérmenes infectantes.
La pregunta que muchos hacen a sus oculistas es si puede usarse un anillo para tratar un orzuelo. La respuesta es afirmativa, ya que cualquier elemento que provoque calor es útil en este sentido. Además, si consideramos que tradicionalmente las sales de oro fueron usadas como antiinflamatorias, entenderemos el motivo de la creencia popular de que un anillo de oro es lo mejor para curar un orzuelo. Pese a esto, se afirma que "si bien el tratamiento del anillo es lógico desde su concepción, lo ideal es colocar un hisopo o un paño con agua a alta temperatura (lo más caliente que tolere el paciente) en la zona del párpado durante cinco minutos, dos o tres veces por día hasta que el orzuelo drene y desaparezca". Esto, al lograr más asepsia, resulta más efectivo que el anillo.
En el caso que el orzuelo no drene en tres semanas, será necesaria la consulta a un oftalmólogo que indicará un antiinflamatorio local. A partir de este tratamiento, el orzuelo comenzará a achicarse hasta quedar reducido a un pequeño punto. Así, dejará de molestar tanto desde el punto de vista orgánico como estético.
Ahora, si a pesar de haber emprendido los dos tratamientos, el pequeño gránulo persiste, se podrá practicar una simple intervención para eliminarlo. En realidad, desde el punto de vista clínico no hay indicaciones puntuales para extraerlos. No obstante, si el paciente así lo desea, el pequeño bulto puede extirparse en una operación menor que se realiza en el consultorio del oftalmólogo y consiste en la práctica de un pequeño drenaje con un raspado de la grasa residual, anestesia local mediante. Según los mismos oftalmólogos, en los niños no se justifica la operación, pues la misma debería hacerse con una anestesia general. En estos casos, lo mejor es esperar hasta que el chalazión se reabsorba.
Por otra parte, podemos hablar de un tratamiento preventivo contra los orzuelos. El secreto radica, entonces, en suprimir las causas que derivan en un chalazión, controlando los motivos generales (anemia, diabetes, trastornos hormonales y tiroideos, entre otros) y locales (problemas de refracción -astigmatismo e hipermetropía-, presbicia, alergias, inflamaciones oculares crónicas, etc.).
Algunos signos para tener en cuenta
Por lo general, la aparición del orzuelo no debe motivar la consulta inmediata a un especialista.
Por ello, y para detectar tempranamente la enfermedad (lo que mejora ostensiblemente las perspectivas de curación), lo ideal será consultar a un especialista si se observa que el orzuelo se repite tres o cuatro veces cada seis meses, por ejemplo.
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