Actualmente son usadas en todo el mundo para tratar heridas contaminadas y lentamente están empezando a tener aceptación en medicina veterinaria. A pesar de los excelentes resultados obtenidos, el mecanismo de acción de ambas sustancias recién fue dilucidado en el siglo XX.
La "Actividad del agua" (Aw) es la concentración mínima de agua requerida en el ambiente de un microorganismo para que este se reproduzca. El azúcar crea un medio con bajo contenido de agua (alta osmolaridad) ya que se genera migración de agua y linfa fuera del tejido, hacia la solución de azúcar, inhibiendo el crecimiento bacteriano por disminución en la Aw del sustrato. La linfa a su vez provee nutrientes al tejido.
El azúcar además atrae macrófagos, que participan en la "limpieza de la herida", acelera el desprendimiento de tejido desvitalizado, necrótico y/o gangrenoso, provee una fuente de energía local y forma una capa proteica protectora en la herida. Tiene también propiedades deodorizantes ya que las bacterias usan glucosa en vez de aminoácidos para su metabolismo, produciendo ácido láctico en lugar de sustancias malolientes (amonio, aminas y compuestos azufrados)
Además de las propiedades antes mencionadas la miel contiene un Factor antibacteriano debido a su alto contenido en Peróxido de Hidrógeno y altos niveles de antioxidantes que protegen al tejido de radicales libres. Se han descrito también propiedades antiinflamatorias reduciendo el edema, exudado y el dolor local.
Por otro lado la acidez de la miel (debajo de pH 4) favorece la acción antibacteriana de los macrófagos, ya que un pH ácido dentro de la vacuola se relaciona con lisis bacteriana. A su vez se reduce la formación de amonio tóxico; es así que la acidificación favorece la cicatrización.
Las ventajas del uso del azúcar y la miel son:
o Rápida acción antibacteriana
o Promueven la formación de tejido y epitelialización, lo que ha sido demostrado histológicamente
o Aceleran la cicatrización de la herida
o Accesible y barato
o Evita el uso de antibiótico sistémico a menos que exista bacteriemia, en 2 a 4 días las heridas generalmente están limpias (5 a 7 días en las severamente infectadas).
o No hay reacciones adversas
Pueden ser usadas en:
o Heridas infectadas, heridas post quirúrgicas.
o Ulceras por decúbito
o Auto mutilación
o Quemaduras
o Cualquier proceso dermatológico que requiera tejido de granulación
§ Heridas traumáticas
§ Heridas diabéticas
o Peritonitis y lesiones en cavidades
En este artículo se describe el uso del azúcar en el tratamiento de una herida contaminada en la parte externa del pabellón auricular de un felino macho, doméstico pelo corto, entero, de año y medio de edad con 5 kilos de peso vivo. Se desconoce el origen de la lesión pero se sospecha que fue producida durante una pelea callejera. Fig. 1
Se siguieron las indicaciones dadas por Mathews y Binnington:
1. Debridar los bordes de la herida retirando el tejido necrótico.
2. Realizar un lavado profuso de la herida con agua a temperatura ambiente, no siendo necesario el uso de solución salina fisiológica.
3. Aplicar una capa gruesa (aprox. 1 cm de espesor) de azúcar granulada.
4. Una vez que el azúcar se humedece y/o desaparece totalmente, volver a lavar la herida y aplicar azúcar nuevamente; inicialmente este procedimiento se realizó aproximadamente cada 2 ó 3 horas. Una vez que se forma el tejido de granulación este procedimiento puede ser mas espaciado.
La duración total del tratamiento depende de cada herida, y de la reacción individual. Una vez formado el tejido de granulación y controlada la infección el tratamiento puede ser suspendido para pasar al uso de una solución local (antibiótica). En caso de heridas de gran extensión, puede ser necesario utilizar vendajes que deben ser cambiados una vez que el azúcar desaparezca de la herida.
CONCLUSIÓN
El azúcar y la miel son una excelente alternativa para el tratamiento de heridas infectadas o no. Los resultados son rápidos y el bajo costo asociado a la facilidad de uso son sus principales ventajas
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